Una de las cosas importantes para conseguir la felicidad es el movimiento. La vida no es estática, así que es fantástico cambiar cada cierto tiempo en algunas de nuestras actividades. No está nada mal que cada periodo de años, cambiemos de actividad, de trabajo o cualquier otra cuestión que remueva de algún modo nuestros cimientos.
Estaba leyendo un artículo sobre la importancia de cambiar y, ciertamente, me doy cuenta que cada ciertos periodos de vida, de manera voluntaria o inconsciente he ido cambiando de trabajos, de actividad con periodos de unos de entre siete y doce años. En el artículo que leí decía que cada diez años había que hacer transformaciones importantes en nuestra vida, idea que comparto, puesto que los retos, son una buena manera de mantenernos en forma.

Ponemos por ejemplo una vida en la que nos mantenemos siempre en el mismo lugar desde que nacemos, apenas viajamos, conseguimos un trabajo heredado de la familia, permaneciendo así hasta el final de nuestra vida laboral, seguro que nos parecerá una existencia aburrida. Aunque estemos abocados a ese tipo de existencia, por nuestra situación personal, podemos realizar actividades que nos tambaleen de vez en cuando.
Lo ideal sería un cambio de trabajo, cada cierto tiempo. Según los “futurólogos” las nuevas generación cambiaran de media hasta diez veces de trabajo. Será un mercado laboral, más movido y con poca estabilidad. Lo cual, no deja de ser positivo para nuestra vida. Aprendemos cuando cambiamos, cuando nos movemos.
Por eso, si nuestra vida está pensada de modo tal que vamos a tener un trabajo porque nuestra familia puede emplearnos garantizando nuestra estabilidad económica, es entonces, necesario proponer otros cambios. Del mismo modo, si nuestro objetivo es conseguir una plaza de funcionariado y obtener nuestra estabilidad, seguramente hemos de buscar otras actividades que completen y nos mantengan activos/as y con energía. Algunas ideas:
La promoción dentro de la misma empresa. Buscar otras actividades dentro de la misma actividad, cambiar de puesto, ocupar otras responsabilidades dentro de la misma rama de actividad.
Cambio de destino. Si la empresa lo permite cambiar a un lugar más cercano a casa o en lugar que nos interese, puede ser una manera genial de removernos y recomenzar que siempre es positivo y bueno
Aprender. Hay quien se niega, una vez que termina su formación reglada a seguir formándose y aprender, lo cual es un error. Así que la idea positiva puede hacer continuar estudiando. Bien dentro de nuestra misma especialidad o emprender otros estudios de algo que nos interesen. Es maravilloso aprender y comenzar nuevamente.
Cambiar la residencia. Es probable que no esté al alcance de todos. Pero también es deseable algunos cambios aunque sea por periodos de tiempo, alquilar o irnos a vivir a un lugar diferente del que siempre estamos. Conocer gente nueva, con nuevos hábitos y costumbres, es algo maravilloso.
¿Se te ocurre alguna más?
Hay un dicho que me gusta mucho y que gritan a los deportistas colectivos cuando están demasiado estáticos: “Muévete, no eres un árbol” (o no eres un cono). Esa es una premisa que debiéramos aceptar siempre. Justo en el momento en el que nos quedamos estáticos es cuando dejamos de aprender. Otro dicho, ya que estamos con eso, dice que cuando dejamos de aprender, caminamos hacia atrás. No sólo no avanzamos, sino que retrocedemos. ¿Qué vas a emprender?