Nadie puede hacerte feliz

Esta afirmación puede resultar dura, pero es así de cierta: nadie puede hacerte feliz, nada ni nadie. Entonces ¿Quien me va a hacer feliz? ¿Cómo voy a hacer feliz? Obviamente, tu eres la única persona responsable de tu felicidad: nadie más, ni con nadie, ni al lado de nadie, ni con otras personas ni con otras situaciones: sólo tu y tu felicidad, ahí no entra nadie más.

Nadie puede hacerte feliz

Tenemos la mala costumbre de culpar de nuestra felicidad o infelicidad a otras situaciones o personas. Hace mucho que aprendí, no sin sorpresa y ciertas dudas al principio, que hay una frase super dañina para nosotros/as: “Tu me haces feliz” o “encontré la felicidad contigo”. Eso, en cuanto a las relaciones, pero también se da, en cuanto a situaciones o momentos: solo me hace feliz estar en casa, cuando estoy de vacaciones, cuando llega el fin de semana.

Todas estas frases son dañinas porque depositan la felicidad fuera de nosotros/as. Ponen el foco, erróneamente en otras personas o situaciones, cosa que es un tremendo error, porque, como decía al principio, sólo hay una persona responsable de tu felicidad, de tu bienestar y esa eres TU.

Toda esa forma de pensar y, por tanto de encontrar la felicidad o, al menos de tenerla un poco más cerca, depende simplemente de nuestro lenguaje. No es lo mismo decir: Tu me haces feliz, como decía antes, que afirmar: Yo soy feliz contigo. No es lo mismo decir sólo encuentro la felicidad en fin de semana que decirnos yo soy feliz durante el fin de semana. Es un simple cambio de visión pero que afecta mucho a nuestra forma de ser y pensar.

Por tanto, la propuesta positiva será empezar a poner nuestra felicidad en nuestras manos comprendiendo que nada ni nadie puede hacernos felices, sólo nosotros/as mismos/as. Ciertamente hay situaciones agradables y desagradables, pero somos nosotros los que decidimos como nos afecta. Si seguimos buscando la felicidad en el exterior, si seguimos pensando que la felicidad llegará en un momento determinado o una situación, nunca llegará. Sólo existe una situación clara y evidente: La felicidad es ahora, es hoy, es en este momento. ¿Te atreves a poner la felicidad en tus manos?

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