Nuestra vida está llena de comodidades, de cientos de aparatos que nos hacen la vida más cómoda, más sencilla y feliz. Disfrutamos de dispositivos eléctricos y electrónicos que facilitan todo nuestra vida diaria. Tanto es así, que cuando falta la electricidad durante unas horas, es poco menos que una catástrofe. Casi nada funciona sin esa energía, la vida se para, nuestra casa no funciona. Sin embargo, en todo este mundo, hay quien elige una vida más sencilla, más pobre, sin tanta comodidad. Ese modo de vida les hace sentirse más libre y no está mal pensado

En el fondo, si nos fijamos bien, todos esos adelantos, o al menos una mayoría de ellos, en lugar de mejorar nuestra vida, en algunos casos, nos esclaviza. La televisión nos retiene durante muchas horas delante de ella. Los móviles, tablets, ordenadores y consolas, más de lo mismo. Por eso, el título de esta propuesta: elegir dejar estos dispositivos, elegir cierto modo de pobreza, nos hace más libres.
Desde hace tiempo se habla del minimalismo como un estilo de vida. Se trata de tener hogares no tan sobrecargados de cosas, de tener una casa más sencilla y sin tanto trasto. Ciertamente, en algunas ocasiones nos comportamos como verdaderos coleccionistas de cosas que apenas usamos una o dos veces y luego quedan arrimadas en un rincón. No obstante, elegir la pobreza es algo más que el simple minimalismo. Podemos elegir pobreza desde el punto de vista que no necesitamos tantas cosas para vivir. Una vida desde esta perspectiva nos hace más libres porque estamos menos atados/as a tanta tecnología y tanto artilugio que apenas usamos.
Ahora pregúntate: ¿Qué necesitas de verdad para vivir bien? Seguramente la respuesta será el alimento y la bebida. Luego, podemos subir un escalón más y pensar en un lugar cómodo para dormir y vivir. Pero, de ahí en adelante, todo lo demás serán cosas superfluas de las que podemos prescindir. El vestido, por ejemplo ¿Es necesario que sea de una determinada marca, que cueste tanto dinero? ¿Necesitamos de verdad tantas y tantas cosas que acumulamos por casa? Es probable que la respuesta sea negativa y es por eso que elegir una vida más sencilla nos hace más libres y menos esclavos de la comodidad y del tener.
La frase que da título a la entrada no es mía. Es de la madre Teresa de Calcuta. Son de esas frases que me dejan pensando. Ciertamente tiene mucha razón: cuantas más cosas tengamos, más esclavos somos de ellas. Quien elige la sencillez, como forma de vida, es mucho más libre. Quien busca tener cosas para tener una mejor vida, más cómoda, supuestamente, más feliz, se está esclavizando a esas cosas. Bien por si no funcionan bien, por si no dan las prestaciones que esperaba, bien porque se fabrica al tiempo un modelo mejor. Elige la sencillez, elige vivir con cierta incomodidad, elige la pobreza, porque no necesitamos tanto para vivir felices.
Increíble pero cierto, yo también muchas veces me he cuestionado esto. Todo parece estar hecho para «facilitarnos» la vida y darnos comodidades que en realidad, al contrario, nos llenan de otras tareas, miles de cosas qué pensar y tener que recordar que nuestros abuelos ni soñaban. Ellos vivieron sin tantas comodidades sí, pero mucho menos estresados que nosotros y como bien dices, mucho más libres.
Totalmente de acuerdo. Esta semana estaba leyendo sobre eso… y, si nos lo planteamos, es verdaderamente revelador: ¿Qué necesitamos para ser felices? Muy poco.
Nuestros abuelos vivían muy felices sin apenas nada. Un abrazo grande
Gracias