Si no te aporta, aparta

Puede resultar duro para algunas personas. Pero es indudablemente cierto. Por eso, debemos juntarnos que personas que aportan. Las que no aportan, hemos de apartarlas. Otro dicho parecido que he escuchado es que “si no suma, al menos que no reste”, si no te ayuda ¿para que seguir o para que mantener esa relación? Es como querer seguir adelante en un negocio que sabes que da pérdidas y que nunca va a funcionar ¿para que seguir? Cuanto antes lo cortes, antes estarás mejor. Ciertamente hay situaciones en las que no podemos cortar por lo sano. Entonces, ¿Qué hacer? Pues vamos a verlo

Si no aporta…

En el caso de la familia. Es probable que tengamos un familiar cercano que no aporta nada, que tiene cierta negatividad y que quisiéramos apartarlo pero no podemos, puesto que no depende de nosotros/as, ya que está con otra persona: tenemos que tolerarlo. La cuestión es bastante sencilla hay que tratar de tener el menor contacto posible con esa persona. Ciertamente habrá reuniones y espacios en los que nos tengamos que ver, pero no necesariamente tenemos que estar a su lado cuando nos vemos, así que un simple “cada uno a lo suyo”, puede ser suficiente. En el mismo lugar, pero en distintos espacios.

En el trabajo o los estudios. La cosa se complica algo más, porque en este caso tenemos que estar junto a una persona irremediablemente. No podemos evitarla por que cada día estará ahí. No depende de mi que esté o no en este grupo, en este trabajo. Quisiéramos alejarla pero no podemos. Si esa persona además, parece que se “obsesiona” con nosotros/as, la cosa puede ser complicada. Si la situación nos sobrepasa, no estaría mal que pensáramos en cambiar de trabajo de equipo o de estudio. Sin embargo, si no es muy agresivo puede servir dos estrategias. Una darle la razón —aunque para nuestro interior nos revuelva las tripas— pero exteriormente mostramos que estamos de acuerdo y le aplaudimos hasta con las orejas a todo lo que dice y hace (es un poco falso, ciertamente, pero nuestro bienestar está por encima) después ya en nuestra vida decidimos y hacemos lo que nos venga en gana. Mientras que la segunda idea es no hacerle demasiado caso y no responder a sus “agresiones”. A veces esas personas buscan el enfrentamiento, parece que disfrutan con ello, les gusta ver a quienes le rodean como sufren. Si no mostramos sufrimiento, si no respondemos a sus directas e indirectas, seguramente se cansará y nos dejará tranquilos porque todo su gasto de energía no hace nada.

No soy de los que propone que primero yo, luego yo y después yo. Pero en algunos casos en los que está juego mi bienestar, si que tengo claro que hay que tomar decisiones drásticas. Si estar o no con una persona, si compartir tiempo y espacio con otros/as no me aporta nada positivo, sino lo contrario hemos de buscar soluciones. No podemos tolerar sentirnos mal o estar mal, si podemos salir de ese círculo, aunque sea complicado, aunque nos cueste, aunque duela, pero cuando pase el tiempo, estaremos mucho más felices. Si no aporta que se aparte.

Anuncio publicitario