Tengo muchas oportunidades

De todos es sabido la importancia del lenguaje. No cabe ninguna duda que todo aquello que decimos y, por supuestísimo, lo que nos decimos tiene especial importancia en toda nuestra vida personal. Es curioso que, tal como si fuese un niño/a de corta edad, podemos “engañar” a nuestro cerebro para hacer cosas que nos cuestan. Una frase que he descubierto recientemente es la que da título a esta entrada: “Tengo la oportunidad de…” y añadimos lo que queremos, sustituyendo esta frase por “Tengo que, debo, ahora voy a…,” y tantas otras que nos dan la sensación de estar obligados a hacer algo. 

Siempre tengo la oportunidad de…

No es lo mismo plantearnos: Tengo que ir a trabajar” que decirnos “Tengo la oportunidad de ir a trabajar”. No es igual decirnos: “Tengo que hacer la colada” a “Tengo la oportunidad de hacer la colada”. Es simplemente un cambio de palabras, pero tengo la sensación y, diría que casi la certeza, que nuestra mente funciona distinto, cuando nos decimos las cosas de una manera diferente.

Tener la oportunidad nos invite en primer lugar a ver si quiero o no quiero cumplir con ese deber. Especialmente en cosas que nos cuestan mucho, nos ayuda a decidirnos a hacer cosas. No es igual levantarme por la mañana y decir “tengo que ir a hacer deporte”, que pensar “hoy tengo la oportunidad de hacer deporte”. Ahora le viene la siguiente cuestión: ¿Qué hago con esa oportunidad, ¿la dejo pasar o la tomo? Esa es mi decisión. Es especialmente funcional en actividades que no requieran una obligación relevante como podría ser el trabajo. Aunque, no es lo mismo decirnos “hoy tengo la oportunidad de ir a trabajar” que decirnos “tengo que ir a trabajar”. 

Tengo la oportunidad nos deja abierta nuestra responsabilidad y nuestra libertad. Puedo ir o no ir. Puedo hacer deporte o no hacerlo. Puedo hacer la colada ahora o más tarde, puedo dejar los cacharros en el fregadero ahora o lavarlos. Con lo cual en cada momento se me brinda una posibilidad maravillosa en la que yo decido si hacer o no hacer. 

Tener la oportunidad es para nuestra mente un lenguaje propositivo y proactivo ya que nos invita a hacer cosas, a aprovechar las oportunidades que nos da la vida, a tomar una iniciativa frente a las distintas opciones que barajo. Es realmente maravilloso tener y sentir esa capacidad de decisión, porque hoy he tenido la oportunidad de escribir y lo he aprovechado. 

Finalmente, ¿sabes que hoy tienes la oportunidad de ser feliz? Así que ¿Qué vas a elegir? 

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