El crecimiento personal un proceso inacabado

Hace tiempo en un curso de crecimiento personal escuché la frase: “No soy, vamos siendo…” desde entonces esa sentencia quedó grabada a fuego en mi mente. Con esa propuesta, se nos quería indicar que no paramos de crecer, que nuestra vida no es cíclica, que siempre podemos cambiar, que podemos aprender durante toda la vida, No tenemos un límite en cuanto ala forma de ser aprender y costumbres, siempre podemos cambiar, así estamos creciendo siempre, así nuestro crecimiento personal es un camino por construir siempre.

Nuestra vida un camino siempre inacabado

Es probable que hayamos escuchado decir a nuestros abuelos que ya no quieren aprender más, que lo que estudiaron fue de jóvenes y que ya es tarde para aprender. Con esta expectativa resignada algunos de nuestros mayores y otros que no tanto, viven una existencia que consideran terminada, donde no es posible aprender, cambiar o mejorar, cosa totalmente errónea, porque nuestra vida está siempre en construcción.

Es probable que se parezca más a un camino, a un proceso, que a un lugar o punto de llegada. Considerar que nuestra vida ha llegado a su límite, que no podemos aprender más, que no podemos seguir trabajando y creciendo es un error que algunos cometen y que nos aboca a una triste existencia.

Hay personas, en cambio que, pese a su avanzada edad, siguen su proceso de estudio, de trabajo, de lectura. No del mismo modo, ni con las mismas capacidades de jóvenes, pero con entusiasmo por seguir con la esperanza y la ilusión viva por seguir caminando. No con la misma velocidad de joven, pero sí que se puede seguir andando, caminando y creciendo.

Hay quien, por otra parte, ven la vida como algo cíclico y repetitivo, como en forma de espiral, donde todo es igual siempre sin posibilidad de mejora y con la repetición de los mismos procesos cada semana, cada mes, cada año, en el que el centro de la espiral puede ser el final que cada vez se presenta más difuso, más opaco, más débil hasta llegar al final.

Prefiero pensar en una vida como un camino, como un proceso inacabado. No paramos de crecer, de aprender. Me niego a creer que ya haya llegado a la cima de la montaña, porque aunque estemos durante mucho tiempo dentro de una misma profesión, podemos continuar desarrollándonos, podemos seguir escalando montañas, proponiéndonos nuevos retos y aprendizajes.

Pero no cabe duda que esa mentalidad está dentro de cada cual. Y es preciso también valorar cuando se ha llegado a una cima para emprender la subida a otra montaña. No dejemos de subir, de escalar, de ascender y caminar hacia adelante. Proponiéndonos nuevos retos, nuevos aprendizajes, nuevos caminos hacia un horizonte siempre inacabado

Anuncio publicitario

6 comentarios

  1. Una vida sin rendir examen , no merece ser vivida … Tenemos q trabajar en eliminar la basura mente que nos fue dada , para evolucionar y conectar con nuestro poder personal .

  2. Hola Jesús.
    Totalmente de acuerdo contigo en que el recorrido de cada individuo es único y como tal las interpretaciones de la vida como crecimiento son infinitas. Sin embargo, particularmente me decanto en la idea de que el crecimiento nunca se acaba, en múltiples caminos que podemos emprender y/o continuar. Nuestras fuentes variopintas y respetables, sólo debemos abrir nuestro corazón y traspasarlo al raciocinio.

    Muchas gracias por tus reflexiones.

    Ana Torres

      • Jesús es un placer aprender y leer pensamientos de crecimiento. Gracias
        Enfocar a lo que suma es maravilloso.

        Si en algún momento quieres visitar y/o formar parte de un lugarcito emocional estás más que invitado

        abrazoemocionalconanatorres.wordpress.com
        Será un placer

        Un abrazo enorme

Los comentarios están cerrados.