¿Qué necesitamos para ser felices

El siempre controvertido tema de la felicidad no tiene fin, ni tampoco lo tendrá a corto plazo. La razón es muy sencilla: No hay una definición global para la felicidad. El Diccionario dice de la felicidad que es el estado de gata satisfacción espiritual y física. Me gusta esa definición, pero no todo entendemos lo mismo por felicidad. Además, si damos un paso más no todos/as obtenemos la felicidad de la misma manera, de ahí que no se entienda lo mismo por felicidad.

La salud nos proporciona felicidad

Todos conocemos las encuestas, sus datos y conclusiones. Todas ellas pueden ser manipulables porque cada persona pone el foco en el aspecto que quiere resaltar. En España el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) hace ese tipo de entrevistas que nos aportan datos sobre el perecer de la población. En España, según los datos de la última encuesta el 15,7 de la población se siente feliz, tras responder a las cuestiones para conocer la opinión pública y política fiscal en la que han preguntado sobre la felicidad.

A raíz de estos datos una cadena de televisión preguntó por los motivos de la felicidad. La sempiterna pregunta ¿Qué nos da la felicidad? El dinero no sale bien parado. Pese a que el mundo del consumo y algunas personas siguen diciendo que la riqueza da la felicidad, no es así. Sobra decir que. Para una persona sumida en la pobreza, el dinero sí le daría la felicidad, pero para quien puede vivir con las necesidades básicas cubiertas, que se puede dar ciertos lujos, el dinero no es lo más importante.

Tampoco tiene demasiada aceptación los grandes temas globales como el fin de la pandemia o la paz mundial que se colocan al final de la lista en cuanto a votaciones. Seguramente porque entendemos la felicidad como una cuestión personal y concreta, sin pensar en el bienestar global, sino en nuestra propia felicidad individual. Tampoco el amor, aunque se posiciona bien en el ranking no es una preferencia de los que participaron en la encuesta. Aunque el amor en toda su dimensión sí que podría ser un motivo para la felicidad, supongo que al tener que elegir esta opción se piensa más en enamoramiento y no como la forma de obtener la felicidad.

Así que en esa encuesta gana que para ser completamente feliz necesitamos salud. No es que estemos en diciembre, el día después de la lotería, cuando comprobamos los boletos sin premiar y valoramos como importante la salud, no. Es lo que las personas consideran como más importante para ser felices. Hay que decir que no es una encuesta válida porque si quienes responden mayoritariamente son personas de ochenta años, lógicamente la respuesta sería la que hemos visto, mientras que si los que han participado son más jóvenes, la respuesta sería otra. Pero no deja de ser sorprendente.

Es evidente que para poder ser felices necesitamos la salud. Sin embargo, son de las cosas que valoramos cuando la perdemos. Un viejo dicho proponía que en el mundo occidental perdemos la salud para ganar dinero y cuando tenemos dinero lo invertimos en recobrar la salud. Sin duda, es de las cosas mas necesarias y que no consideramos adecuadamente. Si valorásemos la salud haríamos más cosas por mantenerla.

Por otra parte, coincidiremos en que para empezar a hablar de felicidad necesitamos previamente tener algunas necesidades cubiertas, tales como la alimentación, la salud, un techo bajo el que dormir y una renta mínima. Sin esas premisas, no se puede hacer una comparación o encuesta en busca de la felicidad. Lógicamente quien pasa hambre o quien vive en condiciones pésimas no puede tener el mismo concepto de felicidad que una persona que sí tiene garantizado esos recursos mínimos.

Con todo, trabajemos en promover nuestra salud con la formas que conocemos: llevando una vida sana, haciendo algo de ejercicio y con una alimentación adecuada, para no peder, según esa encuesta uno de los motivos para lograr una felicidad más o menos permanente.

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