Parece una barbaridad, pero así es. Las personas más ocupadas son las más dispuestas a aceptar algo nuevo. Si quieres que tu proyecto salga, dáselo a alguien que no tenga tiempo y lo hará.

Es muy frecuente escuchar decir: no puedo, estoy ocupado, no tengo tiempo, no me da la vida… Es probable, no siempre que sean personas que no estén demasiado ocupadas, pero responden casi siempre de esa manera, para eludir tener más trabajo. En cambio, aquella persona ocupada de verdad, siempre tiene un hueco para añadir una tarea más.
Pero, como en todo hay distintas posibilidades de respuestas ante el reto de nuevas tareas. No siempre las personas más ocupadas lo solucionan mejor, pero desde luego que suelen ser más proactivas, sin embargo quienes suelen parecer o decir estar más ocupadas, son las que evitan cargar con más actividad. Veamos algunos tipos de respuesta ante cualquier oferta:
No tengo tiempo con evasivas
Hay quienes por más que intentes cuadrar una agenda, no dispone de ningún hueco. Ante la propuesta “oye tenemos que quedar para terminar aquel proyecto”, no responde negativamente de entrada, pero luego al intentar cuadrar la cita, resulta que no dispone de ninguna posibilidad, lo más probable es que no le interese lo que le estás proponiendo y únicamente, no quiere cerrar puertas. En ese caso, hemos de saber captar esas negativas para no insistir demasiado, porque igual nos llevamos una sorpresa. Normalmente las respuestas suelen ser: mañana por la tarde he quedado con una persona, el siguiente día con otra, luego debo ir al mecánico… son citas sin horario concreto y no muy claras que, evidentemente, nos están dando evasivas.
Ando súper liado/a
No suele ser así. A veces quienes directamente dicen estar liados, no lo están tanto. Es por lo que surge la idea de esta reflexión: es que no doy más, es que ando todo el día corriendo, es que no tengo un instante libre, nos podrán decir. Pero luego, a la hora de la verdad, si miramos la agenda, puede tratarse de personas no tan ocupadas. Las razones pueden ser muchas: imposibilidad de gestionar bien su tiempo, una agenda desorganizada, falta de capacidad para desarrollar tareas y muchas otras posibilidades. Aunque, seguramente se trate de personas que ciertamente tienen su horario completo, pero no con tantas cosas como dicen.
No tengo mucho tiempo pero…
Quedamos la semana que viene, nos vemos mañana a primera hora, nos vemos esta noche, cuando salga, hacemos un hueco o simplemente aceptan la propuesta sin demasiado miramiento. Tengo una pequeña gran máxima que siempre me ha gustado:
“Quien quiere algo busca un camino, quien no busca una excusa”
Así de sencillo. Cuando queremos algo, cuando un proyecto nos interesa, cuando nos apetece quedar con alguien, cuando realmente estamos motivados, buscamos la forma. Generalmente porque establecemos prioridades. Entonces, aunque tengamos la agenda al máximo, buscamos la manera de hacer esa nueva tarea o sumarnos a ese proyecto. Incluso, eliminando de nuestras ocupaciones o citas, aquellas que no nos interesan tanto. Atrasando otras tareas o posponiéndolas.
Por eso, tenemos que plantearnos ¿Con quién trabajamos? ¿A quién le proponemos cosas? ¿Qué tipo de persona eres?