¿Volverá a ser todo como antes?

Cuando ya se ha cumplido un año que empezara esta terrible enfermedad y queda poco para cumplir también el año desde que nos afectó directamente, con el confinamiento, muchos se preguntan ¿Cuándo terminará esto? El cansancio y el hastío se respira en muchos lugares. Las noticias, cada día siguen siendo desalentadoras, parece que nunca va a terminar. Sin embargo, junto con la preocupación por el final, me pregunto ¿Todo volverá a ser como antes?

¿Todo volverá a ser como antes?

No lo tengo nada claro. Nos hemos distanciado, el distanciamiento personal es una realidad: no damos tantos abrazos, no nos saludamos, no chocamos las manos…. A veces se me escapa un saludo en el brazo o en el hombro a algún compañero y rápidamente me retraigo. Supongo que eso nos ocurre a todos/as. No nos hemos acostumbrado a esta distancia. Aunque me imagino que, en el fondo, estamos tomando hábitos que seguramente, nos marcarán de por vida. ¿De tanto evitar saludar, tocar, terminaremos incorporándolo a nuestra vida?

Tener la sensación de ser contagioso. Es terrible, para mi es una de las peores sensaciones. Sales a hacer deporte o a caminar en un ambiente poco transitado. Lógicamente, para impregnarte del olor a naturaleza, al mar o, simplemente para respirar mejor, te quitas la mascarilla. De pronto, se acerca alguien a lo lejos, también sin mascarilla. Los dos, desde lejos nos ponemos la mascarilla, como si nos tuviéramos miedo, como si estuviésemos apestados, contagiosos. Aunque nos saludemos amablemente, aunque sabemos que hacemos lo correcto parece como si indirectamente nos dijéramos: “te tengo miedo, me puedes contagiar”

Otra clave preocupante es la negatividad. El desasosiego, pensar que esto no va terminar nunca, está haciendo mella en todos. Una primera ola, una segunda, una tercera ¿Cuándo va a terminar? Puede ser que sean sentimientos que se vayan apoderando de nosotros/as y nos vayan quitando las fuerzas de luchar. Pero no deberíamos caer ante esas sensaciones y tratar de seguir luchando.

¿Todo volverá a ser como antes? No es una buena pregunta, aunque la he puesto en el título. Nada volverá a ser como antes. Porque el antes ya pasó. Así que para seguir, para luchar sólo tenemos dos herramientas:

La primera la Esperanza y la fe. No la perdamos nunca. Es verdad que, hay muchas noticias desalentadoras, incluso aprovechados que se vacunan antes y nos indigna. Pero no perdamos nunca la esperanza y creer que tenemos mucho que aprender, mucho que vivir, que tenemos algo por lo que luchar y vivir. No perdamos la ESPERANZA.

La segunda idea es que el único momento que interesa es el presente. No hay más. Hay muchas personas que sufren pensando que no la Navidad no fue igual, que no habrá carnavales… ¿pero qué sentido tiene esa preocupación? Ninguna. El único momento del que disponemos es el actual así que celebremos que estamos aquí y ahora. El mañana ya llegará. Seguramente que no será igual, ni siquiera como lo hemos planeado, porque el pasado ya terminó y el futuro hemos de descubrirlo. Así que celebremos el presente.

Nada volverá a ser como antes, dice una canción. Es evidente. Pretender eso sería permanecer anclados en el pasado y, nuestra vida, tiene todo un futuro por delante., dispongámonos a celebrarlo.

Anuncio publicitario