Vivimos en modo automático

Es domingo nuevamente, ya se acercan las navidades… otra vez, llega el mismo recibo de la hipoteca, del coche o de aquello que estamos pagando. Siempre llega puntualmente el mismo día, cada mes. Siempre lo mismo. La vida, a veces parece un círculo repetitivo en semanas, meses, días años. Eso nos hace vivir en modo automático, sin disfrutar de todo lo bueno que tiene cada día.

Photo by Pixabay on Pexels.com

La vida puede parecer una espiral sin fin y sin sentido. Para evitar esa sensación hay varias propuestas. La más importante es estar atentos/as a la vida, a lo que nos sucede. No siempre todo es igual. No todos los lunes son iguales, ni todas las semanas. Aunque nos parezca que así es, los que hacemos que la vida se aburrida o divertida somos cada uno de nosotros/as con nuestra forma de percibir la realidad o la manera de afrontar cada cosa que nos sucede.

No todos los domingos son iguales. No tenemos por qué hacer las mismas cosas. Ir a comer a un lugar, visitar los mismos rincones… Pero incluso, cuando así sea, todo cambia si estamos despiertos y pendientes de eso que sucede. Por ejemplo: todos los domingos visito a la familia. Bien. Pero seguro no todos los domingos comemos lo mismo, ni todo está en el mismo lugar, ni hacemos el mismo trayecto. Tampoco hace el mismo frío o calor ni vamos vestidos igual, ni siquiera son las mismas conversaciones.

No debiéramos vivir en modo automático, en modo avión, apagados, sin nada que hacer ni decir, sino esperando que pase otro día más, otra semana más, otras navidades más. La manera de no tomarnos la vida así es vivir plenamente, estar pendiente y despiertos/as en todo momento. Pero esa forma de ser es una actitud, una decisión personal. Porque nadie me obliga a pensar que este domingo des igual de aburrido que el resto, ni que es un domingo más. Tampoco nadie me dice que esta semana tiene que transcurrir igual que el resto de semanas. Puede ser algo especial, diferente, distinto, de lo que aprender.

¿Cómo podemos estar despiertos? Es muy sencillo. Lo primero es vivir el momento presente. No hay otro día, no hay otra semana, ni la que pasó, ni la que vendrá. El momento es ahora. Pararnos y mirar bien todo lo que nos rodea. La comida que tomamos, cómo vamos vestidos/as hoy, la ruta que elegimos para ir a nuestros destinos (no tiene ni debe ser siempre la misma) Parémonos a hablar tranquilamente con quien nos encontremos, no tengamos prisa, disfrutemos de cada comida, de cada momento. Cada una de esas situaciones es la que hace que los días sean diferentes, mejores, maravilloso. Ir con el piloto automático es ir a toda velocidad, sin parar, sin hablar, sin mirar, eso es lo que hace que nuestra vida sea aburrida: ir tan rápido que no disfrutamos del momento. Pensar tanto en lo que tenemos que hacer que no celebramos el momento actual.

Vivamos el momento presente. Celebremos la vida. Disfrutemos de este maravilloso momento que es hoy, que es único e irrepetible. No pongamos el piloto automático, no desconectemos de la realidad. Esa decisión corresponde a a cada uno de nosotros/as… ¿Qué vas a hacer?

Anuncio publicitario