Más fuerte que el dolor

Los dolores no son buenos. Creo que a nadie le gusta el dolor. Especialmente si es un dolor físico, molesto, que nos impide realizar nuestras actividades cotidianas. Sin embargo, debemos ser más fuertes que el dolor. Es más, la propuesta de hoy es ser más fuertes que nuestra dolencia, evitando centrarnos en esa molestia, poniendo nuestra atención en otras cosas que no sea ese dolor.

Más fuerte que el dolor

Llevo una semana con dolor de espalda. Soy enemigo de medicamentos, especialmente si puedo evitarlos. Si el dolor fuera insoportable, habría tomado algún calmante, pero como es moderado, no he tomado nada ¿Cual es el truco para no pasarlo mal? Es relativamente sencillo: no me ocupo del dolor, sino me centro en otras cosas, trato de ser más fuerte que el dolor. El problema de nuestros dolores y nuestros males es que nos centramos en ellos. Si me duele algo, paso todo el día pensando en ese dolor. Pensamos en que no podemos hacer tal o cual cosa, guardar reposo, etc. No digo que con un dolor de espalda me ponga a levantar pesas o que, con un esguince de tobillo corra una maratón, sino que tratemos de centrarnos en lo positivo y no en nuestras dolencias.

Algo parecido ocurre con las cosas negativas que cada día nos suceden. Llegamos tarde a trabajar por un atasco ya el día se nos fastidia y es un completo desastre de principio a fin. Otro ejemplo es el presente año 2020, todo el mundo lo considera como un año desastroso que debería ser borrado de la historia, porque nos centramos en lo malo que nos ha sucedido. Pero nadie habla bien de todo el tiempo que hemos pasado en familia, ni de las videoconferencias divertidas e increíbles que hemos hecho en este tiempo. Nadie dice nada de la responsabilidad que tenemos de protegernos y proteger a los demás. Nunca ayudar a otros/as ha sido tan fácil. Pero nos centramos en lo malo: en la pandemia.

El dolor, lo malo no debe poder con nosotros/as. Tenemos que ser más fuertes. No se vence al dolor, no se vence la negatividad quejándonos y centrándonos en esa desgracia. No se vence al dolor con dolor, sino con alegría Las grandes victorias se consiguieron gracias a que algunas personas se sobrepusieron a los obstáculos que se encontraron en el camino. Si hay un problema hemos de seguir adelante con el problema; si tenemos un dolor, deberíamos intentar hacer cosa normal con ese dolor. Insisto en que esta propuesta cuando es un dolor moderado. Imaginemos un resfriado, un golpe pequeño, una uña que nos molesta. La tentación es centrarnos en ese problema que tenemos, siendo incapaces de concentrarnos, ni de trabajar. La propuesta es distraernos, ocuparnos con otras actividades que nos distraigan de ese problema. Ser más fuertes que el dolor, sobreponernos a la adversidad ¿Te atreves?

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