Son estas, sí, sin duda, son las mejores vacaciones de mi vida y espero que de la tuya también ¿Por qué? Pues porque son las que estás viviendo o las que has vivido. Pensar que si hubieras ido o si habrías hecho… sería mejor, es un error que no nos permite ser felices. Por eso las de este año han sido y están siendo las mejores vacaciones de mi vida y, espero que las tuyas también.

No tiene mucho sentido pensar que las vacaciones del año pasado fueron mejores. No sirve para nada pensar que si no pudiste viajar, si no pudiste hacer aquello que planeaste el año pasado o a comienzo de año, estás pasando un mal verano. No se trata de resignarse y aceptar todo lo que nos ocurre estoicamente, como si no tuviera solución. Se trata de valorar el momento presente como una forma de ser felices y disfrutar de todo aquello que tenemos.
Puede ser que, por las circunstancias actuales no puedes viajar, no has podido hacer turismo y ni siquiera has ido mucho a la playa. Aún así, siguen siendo las mejores vacaciones de tu vida. Porque creer que cualquier otra cosa estaría mejor que la situación actual, es un modo de mortificación, de castigarnos innecesariamente. Sólo tenemos un momento y es el actual. El presente, el que estamos viviendo ahora. No hay más. Si, por las circunstancias o por cualquier motivo, no hemos podido viajar o tener ese descanso planeado, lo mejor será reconocerlo y empezar a disfrutar de lo que sí tenemos, que son muchas cosas buenas. No es buscar refugio para sentirnos mejor. Es, simplemente, adaptarnos, valorar, amar aquello que nos ha tocado vivir.
No significa que esa aceptación nos anule y nos convierta en unos amargados. Supone ser conscientes de las posibilidades que tenemos y elegimos la mejor para este momento. Ni más ni menos. Así, por tanto, no tiene sentido lamentarnos ni desear aquello que no ha sido posible, sino disfrutar del momento actual.
Son las mejores vacaciones de nuestra vida. Aunque no las hayamos tenido. Aunque sólo pudimos desconectar muy pocos días. Aunque no pudimos viajar, sino quedarnos en casa, haciendo algunas tareas domésticas, porque son nuestras vacaciones, porque es nuestra vida y eso es lo mejor que tenemos