La felicidad en un año catastrófico

Seguramente es una de las palabras más buscadas en la red ¿Cómo ser feliz? ¿Dónde encontrar la felicidad? Seguro, son búsquedas muy solicitadas. Habrá quien dice que no existe, habrá quien lo considere una meta que nunca se alcanzará. En un año especialmente complicado,  habrá quien diga que la felicidad es una utopía. Es imposible ser felices con tanta complicación. 

La clave de la felicidad es la resiliencia. Según wikipedia es la capacidad para adaptarse levemente con resultados positivos frente a situaciones adversas. Por tanto, siendo resilientes, podemos ser un poco más felices. No se trata de andar con una sonrisa fingida o falsa, sino más bien de sacar cosas positivas de la adversidad. Hay muchísimos chistes gráficos en los que se habla de este mal año. Nos quedamos con lo negativo, con todo lo malo que nos pasa y, generalmente, no somos resilientes, sino que le damos mas importancia a lo negativo que a lo positivo. ¿Será que no estamos preparados para ser felices?

Un viejo dicho afirma que “hace más ruido un árbol cayendo que todo un bosque creciendo”. No cabe duda que el crecimiento de los árboles es un proceso lento, continuo, pausado, tranquilo… sin embargo el estruendo del árbol que cae, forma un enorme revuelo y nos impresiona. Estamos acostumbrados a ver en las noticias terribles acontecimientos de árboles que caen, de sucesos impresionantes cuánta gente muere del virus, de accidentes, pero nadie no habla, o se menciona muy poco, el proceso de crecimiento de los árboles, de los supervivientes, de las noticias buenas y positivas, de gente que ayuda y mejora la vida de otros. 

La felicidad en tiempos difíciles está precisamente en lo bueno que podemos sacar de ese momento. Leía hace un rato un chiste gráfico en el que daba la posibilidad de olvidar este año ¿qué harías? —preguntaba— Seguramente algunos preferirán pasar por alto el 2020. Empezar de nuevo en el 2021, con todo olvidado. Sin embargo, esa no es una solución. La solución es aprender de lo vivido, de todo lo sucedido. Hay quien dice que aprenderemos, seremos mejores personas. Pero, no se trata de creer en un cambio colectivo inmediato, porque es muy complicado pensar en que rápidamente todo cambiará para bien y seremos mejores. No obstante, puede ser muy bueno que aprendamos de lo ocurrido y de lo vivido para ser mejores personas, más resilientes. No hay que saltar hacia adelante, evitando lo que nos ocurre. No es una solución. Puesto que lo ideal es aprender de lo que lo que estamos viviendo. Precisamente ahí está la felicidad en vivir el momento presente con todo lo que nos aporta y nos ofrece. No pensando o creyendo que el próximo año será mejor. La felicidad está aquí y ahora.

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