Estamos viviendo una periodo muy complicado. No me gusta, si quiera, nombrar ese maldito virus que nos tiene encerrados en casa. Considero que la libertad es uno de los bienes más preciados de la humanidad. Sin embargo, reconozco que dentro de las limitaciones que tenemos para salir y movernos, podemos situarnos en un lugar u otro. Podemos elegir el lado optimista o pesimista de la situación. Podemos deprimirnos o tratar de seguir adelante. Podemos llorar o buscar razones para ser felices en medio de esta situación ¿Qué eliges? ¿En qué lado te sitúas?

Durante esta semana, en conversaciones telemáticas, a través de los medios sociales, he notado a gente muy negativa, que todo lo ve mal. Está mal que manden mucha tarea, está mal que no me reciban en el banco, que me pongan a distancia en el supermercado, los que tienen que trabajar están enfadados porque tienen que salir, mientras los demás se quedan en casa y los que se están encerrados, buscan una excusa para salir y se enfadan porque los multan. Ante toda esta situación, con mucho tiempo de entrenamiento, no me deprimo, sino todo lo contrario, trato de aprender y salir reforzado de esta situación.

Les confieso que soy de los que no aguanta un día dentro de casa. Lo mínimo que hago en condiciones normales es salir a hacer deporte, luego, otras actividades, salir a pasear, trabajo o cualquier cosa. Necesito el sol y el aire tanto como respirar. Pero llevo días encerrado y feliz, disfrutando de este momento que nos ha tocado vivir, haciendo otras cosas que habitualmente no hago y disfrutando de ellas. La más importante: aprender. Nunca pensé que pudiera desarrollar mi trabajo desde casa y llevo una semana trabajando sin dificultad y feliz con lo que hago. Podría elegir el lado contrario: y estar enfadado por todo lo que sucede, porque no puedo salir, porque no puedo ir a trabajar, porque me privan de mi libertad, pero no. He elegido ser feliz en esta situación concreta que me toca vivir ahora y ustedes ¿Qué han elegido?

Es cierto que pueden privarnos de la libertad, como sucede ahora. Es verdad que nos pueden “obligar” a encerrarnos en casa. Sin embargo, yo eligió como vivir esa privacidad. Cada vez que pienso en la libertad, no puedo evitar pensar en el libro de Victor Frankl, El hombre en busca de sentido (una lectura muy recomendable), narra las vivencias en un campo de concentración y concluía en que quien vivía sin esperanza, sin razones para seguir adelante, se dejaba morir, aunque no fuera asesinado. Sin embargo, aquellas personas que tenían esperanza, querían reencontrarse con su familiares o tenían una razón para vivir, consiguieron llegar al final y sobrevivir a aquella tortura. ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? La actitud con la que afrontaban su día a día. Su esperanza. Ahora nos pasa igual, si somos negativos, si hemos perdido la esperanza, seguro que estos días serán un tormento. Pero con esperanza y con una visión positiva, seguro que saldremos adelante y victoriosos de esta situación ¿que lado eliges?

Si. Lo sé. Ahora vendrá el comentario: tu lo tienes fácil, porque no has perdido el trabajo, porque no estás enfermo, porque estás bien, estas trabajando en casa… Y en un debate absurdo debería responderles: pero no puedo salir, no puedo hacer deporte, viene una crisis económica que nos afectará a todos… Pero no voy a responder porque puedo centrarme en los problemas que vendrán o seguir siendo positivo y ver nuevas oportunidades. Yo he elegido. Elijo cada día ¿En qué lado te sitúas?