Habitualmente dejamos la ropa preparada, el material del trabajo dispuesto, la comida en la nevera… Desarrollamos decenas de operaciones organizativas para tener una vida dentro de las previsiones que hacemos… ¿pero qué pasa si dejamos algo sin preparar? ¿es posible dejarnos llevar, improvisar o necesariamente tenemos que ser super previsores y tenerlo todo atado y bien atado?
Dejemos que la vida nos sorprenda cada mañana, cada día, en cada instante, de manera que dejémonos llevar. Seguro que será muy bueno despertar sin nada previsto, salir sin un destino fijo, viajar sin GPS. En esas condiciones nuestra mente se despliega maravillosamente para percibir cada una de las sensaciones que vemos cada día. Lo contrario es la monotonía, el tedio y el aburrimiento. Hay que improvisar de vez en cuando, hay que dejarse llevar, levantarse alguna mañana (o casi todas ellas), mirando por la ventana y dejar que la brisa nos inspire sobre cómo vestiremos, que haremos, que camino vamos a tomar.
No tengamos siempre todo preparado. De vez en cuando soltemos las anclas y dejemos que el viento hinche nuestras velas y nos lleve a puertos nuevos, lugares diferentes donde vivamos experiencias e historias nuevas. No lo tengas todo previsto, improvisa, toma una ruta diferente y aprende. Dicen que, precisamente, cuando más se aprende es cuando visitamos lugares nuevos, cuando buscamos nuevas rutas, cuando exploramos rutas y espacios nuevos.
Atrévete a no preverlo todo, atrévete a dejar un hueco para la improvisación, para lo que no podemos controlar, porque precisamente, si hay algo que recordaremos en el tiempo es precisamente ese imprevisto que ocurrió en medio de una excursión o en un viaje. La solución es tratar de tener momentos memorables, improvisados y maravillosos cada cierto tiempo.
Deja espacio a la novedad a la improvisación, Sé Positivo para hacer que cosas extraordinarias sucedan cuando se rompen los planes, cuando ocurre algo maravillosamente distinto, rompe de vez en cuando la rutina diaria que hace que todo sea siempre igual, siempre lo mismo, las mismas comidas, las mimas ropas, el mismo recorrido. ¿te atreves?