El terrible mundo de la queja continua

Oigo a algunas personas quejarse. Unos del trabajo, de lo mal que va el país, de las elecciones sin solución, del consumismo, de lo caro que están los precios y lo poco que suben los salarios…asi, conviene preguntarse ¿tiene sentido quejarse? Unos afirman que tiene sentido la queja, porque al menos, de esa manera, se quedan aliviados. Sin embrago, en ocasiones, tras la queja, subyace una actitud negativa y catastrófica, con cierta inclinación a verlo todo mal y sin solución. En ese caso la queja si que no tiene sentido, no soluciona nada.

ser positivo sirve de algo quejarse

Tengo la impresión que instalarnos en la queja continua no soluciona nada. No sirve de nada.  Únicamente alimenta nuestra negatividad y la creencia de que todo va a salir mal, que nada tiene solución. Considero que, probablemente, las personas que se quejan continuamente de todo, son personas negativas y pesimistas, que se instalan en la comodidad de la crítica fácil, de verlo todo negativo. Por tanto, si queremos ser un poco más alegres y felices, deberíamos desterrar la queja de nuestra vida, porque ¿para qué sirve quejarse?

El único sentido que le encuentro a la queja, es cuando en un establecimiento o cualquier dependencia,  nos atienden mal, formulamos una queja, para que esa situación cambie. También cuando nos piden una valoración y entre, lo que enumeramos hay alguna queja bien formulada y con la finalidad de mejorar. Sin embargo, insisto, instalarnos en la queja de «lo mal que va todo», únicamente produce en nosotros negatividad y tristeza.

¿De qué sirve quejarnos del resultado electoral o de lo mal que va la política? Cuanto nos toque volver a votar, ejerceremos nuestro voto en conciencia y podremos solucionarlo. ¿tiene sentido quejarse de las colas, de los precios, de…? Si de esa manera nos quedamos aliviados, no está mal. Pero si lo hacemos de manera continuada, únicamente, bajo mi punto de vista se produce rechazo. De una manera inconsciente suelo evitar a los compañeros que se quejan continuamente de lo mal que esta todo: que si la administración no funciona, que si aquel compañero/a hace tal o cual cosa. Prefiero y, me imagino que cualquiera de ustedes lo preferirá, unirse a otros que están sonriendo y contando chistes o hablando del tiempo.

Por tanto, no nos instalemos en la queja continua. Si tenemos que criticar algo, lo hacemos, por una situación injusta y poco más. Porque la queja continua nos vuelve más negativos y tristes. Antes de quejarnos deberíamos preguntarnos ¿Sirve de algo? ¿Se va a solucionar? Si la respuesta es no. Mejor guardarnos la queja.

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Un comentario

  1. La queja es un hábito arraigado entre las personas. Por lo general las personas que más se quejan son las que siempre externalizan las responsabilidades de sus problemas.

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