Leía un artículo interesante, de esos que tanto salen ahora, de antifelicidad y antipositivismo, que afirman que esas actitudes no nos llevan a nada. Proponen que, únicamente nos hacen devorar un libro tras otro, una técnica tras otra, en busca de una felicidad que nunca llega. Finalmente, concluye que la búsqueda de la felicidad es únicamente un acto egoísta. ¿Será así?
Con la felicidad sucede como con muchas cosas. Lo primero, para hacer una reflexión seria, habría que definir la felicidad ¿Qué es la felicidad? Es evidente que algunos buscan la felicidad como un estado personal de placer o alegría. Otros, en cambio, dirán que la felicidad es encontrar aquello que desean o conseguir las metas que se proponen en la vida. Claro que, si la felicidad la definimos como un estado personal e individual de bienestar, es egoísta y seguramente no es lo que entiendo por felicidad.
La verdadera felicidad debe ser compartida
La felicidad no puede ser egoísta porque la felicidad debería compartirse ¿Me sirve de algo ser muy feliz encerrado/a en una habitación de mi casa, donde nadie me ve? Seguramente no. Por tanto la felicidad es un estado social, diría yo, debo mostrar y contagiar la felicidad a otras personas de mi entorno.
Quien es feliz, contagia su estado
No pocas veces queremos estar junto a una persona dinámica, alegre, jovial, porque nos contagia buenas vibraciones, porque nos gusta estar a su lado. Es por eso que las personas felices contagian su alegría y felicidad. Lo mismo que las personas negativas crean a su alrededor un entorno hostil y de mal rollo, las personas felices generan lo contrario, un estado de paz, tranquilidad, alegría…
Proporciona otro punto de vista
Generalmente la persona feliz tiene un punto de vista distinto, es capaz de ver las cosas desde otra perspectiva. A veces, cuando en reuniones formales o informales no se encuentran opciones, quién es feliz puede aportar una visión diferente, nueva, aporta una visión que puede posibilitar el desbloqueo de alguna situación.
La felicidad, lógicamente para quien la busca
El artículo aludido al principio hablaba de una búsqueda de la felicidad con libros de autoayuda y técnicas que nunca nos satisfacen. Obviamente, quien quiere ser feliz debe buscar ese estado. No es normal, esperar que la felicidad nos caiga del cielo. Es una búsqueda personal y un deseo para encontrarse bien emocionalmente. Por tanto algo habrá que hacer: bien leer libros, terapia, técnicas…
Pero ¿Qué es la felicidad?
Ese es el gran problema. No todos tenemos el mismo concepto de felicidad. Unos la confunden con la alegría, otros con placer. Así, por tanto, en primer lugar habría que definirla. Dice el diccionario que es un «estado de grata satisfacción espiritual y física». Por tanto, seremos felices en tanto estemos satisfechos. Así, debe empezarse con una satisfacción personal que es capaz de contagiar a otros. Nunca es egoísta. Una palabra de la definición del diccionario es «espiritual». Algo, de lo que he hablando en tantas ocasiones como nuestra parte más abandonada. No hablamos con nosotros mismos, no tenemos tiempo para preguntarnos, para analizar nuestras emociones, paracuidarnos interiormente…
Con todo, me parece que la felicidad no puede ser egoísta. habrá quien presuma de ser feliz. Pero, probablemente no lo sea. La felicidad no es presumida, ni trata de mostrarse para causar envidia. Simplemente se es feliz, se contagia, se esta satisfecho y muy a gusto con su vida.