Si buscamos en la red esta frase nos aparecen algunas canciones. No pocos artistas han cantado a los amores y desamores utilizando esta sentencia «No puedo vivir sin ti». Pero de verdad ¿no puedes vivir sin alguien? Creer que no puedes vivir sin alguna persona es el primer error de cualquier relación. Pensar así, idealiza de tal manera a la otra parte de la pareja que nos anula completamente. Por tanto, la afirmación correcta sería a mi juicio: No puedo vivir si mi.

Hay que pasar del no puedo estar, vivir… sin ti al «estoy feliz a tu lado», «me siento bien cuando estamos juntos». Las frases, aunque son parecidas, no dicen lo mismo, porque depositan el control de la vida en la primera persona y no en el/la otro/a. Es un grave error creer que, con la otra persona somos más felices y que alguien externo a nosotros ha conseguido mejorar nuestra vida. No es así y no debería ser así nunca porque nos debilitaría profundamente y nos convierte en marionetas en manos de otros/as.  Podemos vivir sin otros, aunque lógicamente al principio nos cueste, nos duela, sea difícil… porque estamos acostumbrados a compartir vida y momentos con alguien. Pero no es posible creer que sin alguien nuestra vida está terminada. Ni mucho menos. Sin alguien que ha sido importante en nuestra vida, algo cambiará. Daremos un giro, no será igual, pero seguiremos viviendo. Y, es más, deberíamos servir adelante y, tras un debido, luto ser igual de felices que antes.

Probablemente «el no puedo vivir sin ti» es un error del amor romántico que se nos ha inculcado o lo hemos aprendido desde pequeños, creyendo que la felicidad estaba fuera, en otras personas. Sin embargo, hemos de descubrir que nuestra felicidad depende únicamente de nosotros. Nuestra felicidad y nuestra vida sólo la manejamos nosotros. Aprender e interiorizar esto, es el primer paso para ser felices y encontrar una vida dichosa. Sí que podemos vivir, junto a alguien, junto a otros. Podemos estar agradecidos a quienes comparten el viaje, amigos, compañeros y, sobre todo, a la familia. Pero sin duda, quien es protagonista de tu felicidad y de tu vida eres tú. ¡Puedes vivir sin el/ella, ellos/ellas…! Pero no puedes vivir sin ti. Mucho menos puedes vivir dependiendo de otras personas. ¡Eres protagonista de tu vida!