Puedo porque creo que puedo

Es una frase de Carolina Marín, campeona del mundo de Bádminton. Una sentencia, sin duda, motivadora, genial, que deberíamos pegar en algún lado visible en casa. Vi la frase de refilón en un telediario y me cautivó, porque ¿cuántas veces desistimos de cualquier actividad porque pensamos que no podemos? Esa es la clave: podemos conseguir todo aquello que nos propongamos o, más bien, todo aquello que creemos que podemos hacer, tal como dice Carolina.

Creo que no valoramos lo suficiente nuestra capacidad mental. Somos capaces de conseguir casi cualquier cosa. Sin no fuera así, los récords deportivos serían siempre lo mismo o irían a menos. Tampoco sería posible casi ningún descubrimiento. Nadie se creería capaz de conseguir la cura de una enfermedad o capaz de plantear una mejora para nuestra vida. Si nadie creyera que puede, estaríamos aún en la Edad de Piedra.

Sólo aquellas personas que se desafían a sí mismas, que están convencidas, como Carolina, que pueden conseguirlo, son las que han cambiado el mundo. Lo contrario, quedarnos sentados, mirando, creyendo que nada se puede mejorar ni conseguir, hace que no avancemos absolutamente nada. Admiro sinceramente a aquellas personas que hacen cosas porque confían plenamente en sí mismas. Y no son heroínas como Carolina Marín, son personas de a pie, que cada día dan lo mejor de sí mismas, perseverando en su trabajo. Puede que no san famosas como Carolina, puede que no estén en la revistas ni en las redes sociales, pero trabajan, perseveran luchando contra una enfermedad, por sacar una familia adelante, investigadores anónimos en laboratorios que, día a tras día buscan la solución para una enfermedad. Voluntarios o trabajadores que van a otros países creyendo que pueden contribuir a mejorar algún déficit de este mundo injusto.

Algunas personas se quejan de no conseguir sus metas, pero puede ser que no creyeran lo suficiente en su proyecto o en su idea. Puede que no hicieran como Carolina Marín, que pudo porque se lo creyó. Puede que, algunas veces nuestras metas no dependan de nosotros y, aunque perseveremos no lo conseguimos. Algún superior, otra persona o alguna circunstancia, nos impide lograr nuestro objetivo. Si fuera así, no deberíamos desistir en nuestro empeño, sino que, a lo mejor, sería bueno cambiar de aires e intentarlo en otro lugar, con otra empresa, con otras personas.

Si crees, creas, dice otra frase maravillosa. Si crees, eres capaz de conseguir cualquier cosa. Carolina creyó que podría acceder a otra gran victoria en su carrera. Generalmente los deportistas, son los que tienen una mentalidad más desafiante para conseguir nuevos retos. Debiéramos aprender de ellos a no rendirnos en nuestras luchas cotidianas. Quizá caigamos en el derrotismo de pensar que no podemos, que nuestra vida está resultado muy dura. Pero aún así, deberíamos seguir creyendo que podemos. Rendirse nunca, siempre hacia delante. Siempre Positivo.

Anuncio publicitario