Escuché esta frase viendo una película y la anoté. Me pareció interesante, digna de reflexión. Nada es perfecto. Todo tiene algo roto, algo negativo. La perfección absoluta no existe en la persona. Hay una grieta en todo, por ahí entra la luz. Si fuésemos perfectos, insuperables, la luz no podría entrar. De ese modo, quien se cree perfecto está cerrado y no permite que entre nada de luz u otras luces que pueden aportar cosas interesantes en su vida. Hay una grieta en todo, hay un agujero en todo. Así debe ser, para poder crecer y mejorar.
Nuestra existencia debe tener fallos, errores, grietas. Nuestra vida ha de ser imperfecta y con algunos errores. El error, es algo necesario, porque a través de ellos aprendemos. Probablemente una de las mejores formas de aprendizaje es el error. Cuando nos equivocamos, reconocemos ese problema y tratamos de corregirlo. En la enseñanza, los niños aprenden a realizar sus ejercicios cuando sus educadores les dicen que no es correcta la solución. A partir de ese fallo, empiezan a buscar e indagar para dar con el resultado correcto.
Cuando somos mayores, si nos abrimos, si tenemos grietas, podemos dejar pasar la luz, lo bueno, el aprendizaje, el crecimiento personal. Una persona que no escucha a los demás, una persona que se lo sabe todo, no tiene grietas. Quien es autosuficiente, quien no necesita de los demás, tampoco tiene grietas. Al no tener grietas, al no dejar pasar a otras personas, te vuelves más oscuro, más cerrado en ti mismo/a, más oscuro, más huraño. Sin luz.
Deberíamos tener grietas, deberíamos dejar que entre la luz de otros. Luces que nos ayudan a crecer, luces que nos unen en amistad, en aprendizaje, en desarrollo. Las grietas, se hacen más interesantes, grandes y profundas, cuando vamos creciendo como personas. Esas grietas nos unen a otros, nos hacen más transparentes. La grieta por la que entra la luz, permite también que irradiemos luz a los demás.
No deberíamos cerrar las grietas. Cerrarse es algo negativo. Aunque cicatricen las heridas, siempre quedan los puntos, lugares por donde puede volver a entrar luz. Si algo sale mal, debemos volverlo a intentar, porque si no, cerraríamos esa grieta y seríamos algo más oscuros. Si nos empeñamos en cerrar relaciones, cerrar encuentros, cerrarnos a los demás, nos iremos apagado por esa oscuridad que poco a poco se instala en nosotros. Dejemos las grietas abiertas, dejemos una rendija, dejemos lugares y espacios para crecer, dejemos algo de imperfección en nosotros, para que la vida nos vaya haciendo mejores, con más luz, con más alegría. Permite tener grietas por donde entre la luz.
Me ha encantado la frase y la reflexion también. Siempre hay que estar dispuestos a aprender, a escuchar y recapacitar. Nadie tiene la verdad absoluta. Es genial!