Hace unos días me sorprendió este titular, la felicidad es algo que hemos de buscar hasta el fin de nuestros días. Dicho así, sin más, parece una locura o algo dificilísimo de conseguir. Si nos proponen que busquemos la felicidad siempre, seguramente nos cansemos sólo de pensarlo. Pero obviamente, si realmente queremos algo, hemos de buscarlo siempre, no es suficiente con encontrarlo en un momento determinado y quedarnos ahí, sino que ha de ser una búsqueda continua.
Pero bien mirado, esta afirmación tiene mucho sentido. No conseguimos algo que no buscamos. Por tanto, mirándolo así, la felicidad ha de ser una búsqueda de toda la vida. Por otra parte, si no buscamos algo, difícilmente lo encontramos. Es decir, si yo quiero algo he de disponerme para conseguirlo. Si deseo progresar en mi trabajo, me formaré, leeré y trataré de hacerlo lo mejor posible, lo mismo en el deporte, donde trataré de mejorar mis maras. Lo lógico sería en el campo de la felicidad que si deseo algo, me disponga para conseguirlo, tratando de buscarlo.
El camino de la búsqueda de la felicidad que sí dura toda la vida tiene que ver con una búsqueda interior. Es algo de lo que estoy plenamente convencido. O sea, tratar de buscar la felicidad en algo fuera de cada cual, no tienen ningún sentido. Cuando encontramos la felicidad fuera de nosotros se confunde con el placer y en esa extraña línea que divide una cosa y otra, es posible que caigamos en algún vicio, es decir, buscar la felicidad en momentos de placer.
La felicidad es una búsqueda interior de toda la vida porque, hemos de estar en permanente diálogo con nosotros mismos para descubrir qué cosas nos dan esa dicha que nos satisface plenamente. Se trata de un estado interior que genera equilibrio entre lo que somos interiormente y lo que vivimos hacia afuera. De ahí que la felicidad nunca puede ser apariencia, ni sonrisa fácil: La felicidad es una búsqueda permanente, porque, tal como decía anteriormente si el deportista quiere ser bueno, ha de entrenarse siempre para estar en forma. Lo mismo la felicidad, que no es un lugar donde llegamos sino una forma de ver la vida, de sentirla y vivirla.
Si. La felicidad es una búsqueda personal que dura toda la vida y que nos mantiene activos y alegres, positivos y equilibrados siempre que hayamos encontrado ese estado interior que hemos de cuidar y mantener siempre.