Esta semana, por distintas circunstancias, me ha venido a la cabeza esta idea. Sucede que, muchas veces, nos centramos profundamente en un problema y no somos capaces de ver la solución. Por ejemplo, cuando nos duele algo, nos centramos en el dolor y no tratamos de pensar en cuál sería la forma de arreglarlo. Me gusta hacer deporte y, a veces, tengo algunas molestias. Precisamente iba subido en mi bici, cuando sentí alguno de esos dolores no muy fuerte, pero molesto. Pensé, no sé si equivocadamente, que la solución sería pedalear más rápido, dar «un poco más caña» por si acaso el problema fuera falta de uso… y así fue: la molestia desapareció. El resto del camino lo pasé pensando en esta frase: si te centras en el problema, nunca verás la solución, si me hubiera centrado en mi dolor, seguramente no habría terminado la ruta.
Evidentemente, me vino a la cabeza una escena de una de mis películas favoritas, Patch Adams, cuando al comienzo de la misma, internado en el psiquiátrico, Patch, recibe ese gran consejo, que le servirá para toda la vida. Si te centras en el problema no ves la solución. Así, consiguió fundar un hospital que dio respuesta a cientos de personas que no eran atendidas adecuadamente en los hospitales públicos o fue capaz de superar el dolor de la muerte de su novia.
Con mucha frecuencia, nos sucede lo mismo: No puedo, porque tengo… porque soy, porque me paso… y aquí podemos colocar cualquier cosa. Una dificultad, un problema, sufrí por algún motivo. Por eso, cada vez que pensamos así nos estamos centrando en el problema y no en la solución. Centrarse en la solución significa no quedarnos quietos pensando si nos duele un músculo, que no podremos hacer algo por miedo o que estamos muy cómodos sintiendo que no somos capaces.
Sin embargo, vemos como algunas personas con dificultades severas son capaces de escalar montañas, nadar, correr en bicicleta o conseguir las mayores metas. ¿Se centran ellos en sus dificultades o en lo que quieren conseguir? Si nos centramos en el problema seremos unos observadores de la vida, mientras todo pasa sin hacer nada ni cambiar nada. Cuando nos centramos en ver más allá, en la solución en ¿qué podemos hacer?, toda nuestra vida cambia y se vuelve más plena, positiva y feliz.
¿Qué te detiene? ¿Tus problemas? Van a estar siempre, la única forma de vencerlos es centrándote en la solución ¿las ves? Mira tus dedos…