¿Es importante ser importante?

Casi como en el ADN se nos va metiendo la idea que «debemos ser alguien en la vida», «hemos de luchar por estar en primera posición», ser los jefes, los mejores, ascender en la carrera profesional y en la vida. Por tanto, algunos creen que hemos de ser muy importantes para que nuestra vida tenga sentido. Pero, ¿para quién hemos de ser importantes? ¿Es importante en nuestra vida ser importante?

Ser positivo ser imporante

«Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo». Esa frase, atribuida a Gandhi, tiene la respuesta a esa cuestión. Por tanto, no tiene mucho sentido querer ser importante para otros, si antes, no eres importante para ti. De ese modo, si quieres conseguir algo, si quieres que tus propuestas lleguen lejos, si quieres ser valorado, empieza por valorarte a ti mismo. Hay personas que se empeñan en llegar lejos, pero sólo a base de hacer creer a los demás que son importantes, que no tienen tiempo, que sus ideas y palabras son absolutamente geniales e increíbles. Pero, si esas personas no se creen lo que dicen, difícilmente podrán ser valorados y creídos por otros.

El segundo aspecto que me parece importante subrayar es el trabajo diario y constante de aquello en lo que crees. Siempre convencemos a los demás por lo que hacemos que por lo que decimos. De ahí que es preferible que nuestros actos demuestren aquello que somos y no, que vivamos en una mentira. Precisamente, hoy en día con los medios sociales, es más probable inventarnos una vida mejor y diferente a la nuestra. Podemos hacer creer a nuestros amigos o seguidores que tenemos una vida y hacemos cosas que no son reales. Es preferible que vean lo que realmente hacemos a través de nuestras redes que, en lugar de ello, mostrar una apariencia que no es la nuestra y luego, al conocernos se lleven una decepción.

Por eso, la clave está a mi humilde juicio, en cuidar mucho el aspecto interior. Creer en aquello que quieres. Amar aquello que haces, considerarlo importante para ti y no pensando en el «que dirán los demás». No quieras ser importante para recibir méritos o condecoraciones, porque los premios quedan en una estantería colgados y en el recuerdo, pero el crecimiento y la valoración personal, es algo que ningún premio puede comprar.

Fundamentalmente sé importante para ti, porque si ha de llegar algo, llegará. El mayor reconocimiento y valoración que te puedes hacer es aquella que de das a ti. El mejor sueño que te puedes dar cada noche es el de una conciencia tranquila en la que crees firmemente en aquello que haces y trabajas para conseguirlo. No hay nada como dormir en la almohada de saber que lo que tienes y lo que has conseguido es fruto de esfuerzo y trabajo.  El resto es efímero, pero tu bienestar es para toda la vida.

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