He escrito mucho sobre la felicidad de las personas. Sin embargo, no pierdo la capacidad de asombro cuando doy un repaso a las informaciones diarias y encuentro entre mis suscripciones titulares opuestos. «La felicidad está en el matrimonio», unos titulares más abajo: «Lo mejor que te puede pasar es estar soltero», ¿Entonces en qué quedamos? También desde hace algún tiempo hay una corriente contraria a la psicología positiva. Afirman algunos que tratar de estar positivo o ser positivo, como escribía hace unas semanas, no sirve de nada. Entonces, ¿Dónde está la felicidad?

Hay un refrán tosco, pero certero: «Hay tantas formas de pensar como culos». Traduciéndolo al tema que hablamos «hay tantas formas de ser felices como personas». Cada cual tiene su idea y su concepto del lugar donde encontrar la felicidad. Por tanto no existe unanimidad sobre la felicidad. Para algunos la felicidad está en encontrar pareja y vivir junto a otra persona, mientras que para otros la felicidad está en la vida en solitario. ¿Quién tiene la razón? Muy sencillo: los dos, siempre que la felicidad no se deposite en otra persona.

Hay algunas frases «románticas» que me ponen en alerta sobre lo que no debe ser el amor en pareja. Se trata de aquellas en las que depositan la felicidad personal en la otra persona. Lo cual, sin duda, es un tremendo error. No es viable, no debe ocurrir que pensemos o creamos que nuestra felicidad depende de alguien externo a nosotros.

«Tu no me haces feliz… yo soy feliz cuando estoy contigo»

Las frases o pensamientos de amor, suelen ser en otra dirección: «gracias a ti soy feliz, tu me has dado la felicidad, eres mi…, » y tantas frases bonitas pero que colocan la plenitud personal en otra persona. Por tanto, cuando esa relación, por las razones que fuera, termina, seré la más desdichada del mundo. Por eso la clave de la felicidad personal ha de colocarse en primera persona. En las pequeñas cosas, en lo que realmente me hace feliz, sin depositar nada en otros, porque lo que les sucede a los demás no depende de mí, Sin embargo lo que yo hago, sí que tiene que ver conmigo y lo puedo modificar y mejorar.

Por tanto, para ser felices no busquemos en en los demás, sino en primer lugar en nosotros mismos. Siendo felices en primera persona, luego podemos buscar en los demás. Puedes y debes ser feliz por ti mismo.