En las últimas semanas se están publicando varios informes en los que indican que no es nada bueno la positividad ni los mensajes positivos. No sirve de nada una actitud positiva, ante la vida, sino que, según lo que he leído, tiene el efecto contrario. Entonces… voy a cerrar el blog.
No. claro que no voy a cerrarlo después de diez años publicando y creyendo que lo positivo nos puede ayudar. Entiendo que los informes tienen razón y que la positividad, tal como yo la veo, también la tiene. ¿Por qué la positividad y los mensajes o la dictadura de la felicidad, como señalan algunos, nos perjudican? Pues porque la positividad o ser Positivo ha de ser tomando únicamente en primera persona. Los informes y estudios dicen y con razón que a mi no me sirve de mucho el consejo o las frases de otra persona.
En este blog publico cosas tal como las veo. Lo que a mí me hace feliz y lo que no. No pretendo que todo el mundo asuma lo que pongo aquí, pero a lo mejor puede dar una idea a otras personas, de modo que, adapto aquello que leo, lo reflexiono y me ayuda. ¿Por qué los mensajes positivos y las frases sobre felicidad no funcionan genéricamente? Porque es como decirle a quién tiene una tremenda gripe que se olvide de los síntomas y salga a hacer deporte, o al que se le ha tenido una ruptura, que no pasa nada que en unos días se olvida, o al que pierde el trabajo que ya encontrará otro. Son, todos ellos consejos, algo estúpidos que no sirven para nada en momentos en los que lo están pasando mal.
La felicidad o la positividad, como ya he dicho aquí en otras entradas, no es un estado permanente. Es un camino, una búsqueda. Además, una clave fundamental para entenderla es que siempre ha de ser entendida en primera persona. Lo que a mí me sirve en mi búsqueda de la felicidad, seguramente no le sirve a todos, pero puede aportar un rayo de luz a otros. Mi felicidad, mis anhelos, son míos, no podemos generalizarlos. Entiendo y afirmo que una actitud positiva ante la vida, me hace feliz. Es decir, cada mañana puedo elegir ir lamentándome al trabajo o me motivo, con frases, con ideas o pensamientos que me pueden ayudar. Entonces elijo esta última opción. Se trata, tal como yo lo veo, de elegir positividad y alegría ante las adversidades de la vida, como una forma de vida.
Seguramente en alguna ocasión hemos encontrado algún cartel de ¡sonríe! y nos hemos pensado ¡No me da la gana! Quizá el cartel representa esa dictadura de la felicidad de la que nos hablan los informes. Tenemos que poner el mejor pose en nuestro selfie, hemos de sonreír siempre. Siempre hemos de estar felices, porque se entiende como una imposición. Pero, si el cartel lo vemos como una pregunta ¿has sonreído hoy? Que se trata más bien de una pregunta profunda que hemos de hacernos en nuestro interior, sin tratar de aparentar nada.
Hemos de alejarnos también de lo políticamente correcto. De ser felices o aparentarlo porque es lo que la sociedad espera de nosotros. Es muy necesario procurar un bienestar interior que luego se traduce en el exterior. La dictadura de la felicidad es aquella que nos impone estar felices por obligación con una sonrisa forzada. Esa no conduce a nada. La verdadera felicidad es la que brota de dentro, aunque no provoque ninguna sonrisa exterior… como ya he dicho en varios post «El brillo de los ojos no se opera»
[…] algún tiempo hay una corriente contraria a la psicología positiva. Afirman algunos que tratar de estar positivo o ser positivo, como escribía hace unas semanas, no sirve de nada. Entonces, ¿Dónde está la […]