Como ya sabrán, si han leído este blog con anterioridad, el objetivo es reflexionar sobre la felicidad, la alegría y la positividad como medio de vida. Estoy totalmente convencido que una actitud positiva, nos predispone para ser más felices y desarrollar una vida más plena. Sin embrago, observo, especialmente en los más jóvenes que, en aras de proporcionar la mayor felicidad posible, los que somos responsables de su educación no le hemos enseñado la palabra NO. Tampoco conocen el error o el fracaso, cosa que no contribuye a la felicidad. La vida está aderezada con momentos mejores y peores, con éxitos y fracasos que hemos de saber encajar para hallar la felicidad.
Algunas personas quieren algo y lo quieren ya. La sociedad nos ha enseñado que no hay ninguna dificultad en conseguir todo aquello que nos propongamos. Si queremos un teléfono último modelo, es posible gracias a una gran financiación, también si queremos un artículo más caro como un vehículo o una casa. Todo es posible. De otro lado, tenemos el modelo educativo de quienes peor lo pasaron en épocas de crisis. Así consideran que los niños deben tenerlo todo porque nosotros no lo tuvimos de pequeño. La tiranía del SI, se implanta de esa manera en los niños, porque ven que los mayores obtienen todo lo que desean y ellos también lo consiguen casi todo, tras una una pataleta. Desaparece, de ese modo, el esfuerzo, el trabajo la lucha por conseguir nuestras metas en la vida.
Los medios de comunicación, además se suman a este modelo, porque nos muestran a los grandes deportistas, a personas de éxito encumbrados en sus tronos, pero casi nadie muestra el esfuerzo y trabajo anterior a ese éxito. Horas, días, meses y años de trabajo para llegar a ese lugar.
El fracaso es necesario. El NO, también es importante. Porque no todo se puede conseguir en la vida. Lo cual, no significa que dejemos de perseguirlo e intentarlo, sino ser lo suficientemente resiliente y positivo para aprender y seguir en la búsqueda. La tiranía del sí, lleva a quienes se instalan en ella a desistir en el primer error, a romper aquella construcción cuando falla una pieza, a no jugar más cuando perdemos un partido. No nos enseña a aprender de errores, a levantarnos y seguir adelante. Considero muy necesario para la felicidad y la vida plena, desarrollar una vida que juegue entre el éxito y el fracaso, entre el si y el no. Como propone uno de mis dichos favoritos: Unas veces se consigue otras veces se aprende. Aprender es clave para nuestra vida y felicidad. Fracasar es parte del camino. Aprendamos del NO, levantémonos y sigamos adelante.