Hay cierta tendencia, imagino que empujada por el consumo, a celebrar las coas antes de tiempo. Sin empezar diciembre ya había quien felicitaba por la Navidad. Sin comenzar ese bonito mes, las luces navideñas ya estaban encendidas, las ofertas para estas fechas ya instaladas en las tiendas, por eso tengo la impresión que vivimos alocadamente rápido…. ¿no creen que estamos inmersos en una loca carrera sin disfrutar del momento presente? ¿no nos estamos agobiando al querer celebrar todo tan rápido, tan pronto?

La influencia principal creo que viene del consumo que nos gobierna. Parece lógico que los vendedores quieran vender más y, por tanto desde noviembre o quizás octubre, empiecen a preparar la Navidad. Sin embargo felicitar la Navidad desde noviembre, parece algo desproporcionado. Hace unas semanas, a mediados de noviembre, en mi cuenta de tuiter bromeaba con asombro porque una televisión había puesto varias películas navideñas en una tarde de domingo. Es cierto que los medios de comunicación son los portavoces de las grandes empresas que quieren vender más y mas, pero creo que no nos permiten disfrutar de cada instante.

La Navidad, todavía no ha llegado, y como medida para ser más positivo y feliz, creo que deberíamos disfrutar de cada cosa en su momento. Adelantar los acontecimientos, únicamente consigue agobiarnos y ser más infelices. ¿Hay que prever las compras, la cena, las fiestas? Si. Pero no arrastrados por la influencia del consumo que, quiere que compremos en noviembre y en diciembre. ¿Hemos de disfrutar de la Navidad, del verano, de los carnavales? Indudablemente si. Pero creo que le sacamos el doble de provecho cuando celebramos cada cosa proporcionalmente y en su día. No creo que por tener la casa adornada desde Octubre seamos más felices ni más navideños.

Lo bueno sería vivir cada cosa en su momento, disfrutar de la vida en cada instante, sin adelantar los acontecimientos, sin los agobios de quienes quieren vender más y más con sus campañas alocadas. Vivimos cada instante. Aún no es Navidad.