¿Ser o estar?

Estás muy guapa, le dijo el cuando la vio con aquel vestido espectacular. La protagonista se sintió halagada pues había  comprado para la ocasión. Gracias, respondió ella tímidamente, sabiendo que tenía razón, aquel vestido realzaba su belleza. Hasta aquí todo bien. Se trata obviamente de una escena de una película. No hay nada extraño salvo en el vocabulario que empleamos. A veces, muchas veces diría yo, empleamos palabras sin darle ninguna importancia. Sin embargo, afecta infinitamente a nuestro bienestar. Fijémonos en la primera frase: Estás guapa. ¿Es lo mismo estar guapa que ser guapa?

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Parece una tontería, pero todo aquello que nos dicen y, lo que es peor, lo que nos decimos a nosotros mismos, afecta de sobremanera a nuestra vida. No es igual decirnos estoy guapa/o que soy guapo/a. No es lo mismo ser que estar. Cuando nos decimos que estamos guapos, estamos bien, estamos contentos, estamos felices… Significa que es algo pasajero, que tiene su principio y su final. Es cuestión de unos días, unas semanas o unas horas. Sin embargo cuando decimos «soy» implica que es algo constitutivo de nuestra personas, de nuestro ser, lo cual tiene connotaciones tanto buenas como malas, por eso la importancia de cuidar muchísimo nuestro lenguaje.

Si bien antes podíamos ver la utilización de «ser» guapa como algo positivo porque no depende de un traje, de un maquillaje, sino algo propio y maravilloso: cuando digo aquella persona es guapa, no es lo mismo que «está guapa» en este momento. Pero, si me digo en mi dialogo interno «soy un desastre» «es que soy así». Lógicamente, nos estamos dando una instrucción negativa para nosotros mismos. Porque nos estamos diciendo que tenemos una cualidad que no podemos cambiar.

Cuidemos mucho el lenguaje. Sobre todo el lenguaje que usamos con nosotros mismos. Precisamente la Programación Neurolingüística (PNL) afirma que existe una relación entre los proceso mentales, el lenguaje y los patrones de comportamiento. Es decir, lo que decimos, nuestra forma de expresarnos, con los demás y con nosotros mismos, afecta indudablemente, a nuestro comportamiento. Algo que quería proponer con dos palabras breves y que nos deben poner alerta sobre lo que decimos y lo que nos decimos ¿Eres o estás?  Porque las palabras que empleamos no tienen porque ser siempre las mismas. Nuestro diálogo interno no tiene porque ser igual. No es lo mismo utilizar a diario un lenguaje positivo y optimista con nosotros mismos y con los demás, que usar una conversación negativa. Tiene que ver con la actitud en la vida y con el cuidado de las palabras que usamos. No es lo mismo ser guapo que estar guapo. ¿Eres guapa/o?

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