¿Somos negativos por naturaleza?

En una lectura me encontré con una afirmación psicológica tremenda: generalmente somos negativos. Técnicamente se llama «sesgo de negatividad» y que propone que involuntariamente prestamos más atención a sentimientos desagradables como el miedo, la tristeza, la rabia porque afirman son más fuertes que los positivos. Por tanto, podríamos decir que ¿somos negativos por naturaleza?

ser positivo somos negativos

Me resisto a creer que somos negativos. Muchos ejemplos lo demuestran, personas que desprenden felicidad y alegría continuamente, quienes contagian el buen humor y las buenas vibraciones por donde quiera que pasan. Es cierto que no son muchos, es posible que la mayoría sea negatividad, pero deberíamos encaminarnos hacia lo contrario hacia un mundo más positivo.

Es probable que nos resulte más fácil o más cómodo ser negativos. Por eso hay que tratar de salir de esa zona. Luchar para instalarnos en la positividad y la alegría.  Porque es probable que lo fácil, lo sencillo es dejarnos llevar por los sentimientos negativos. Porque lo aprendimos desde pequeños: si lloramos nos hacen caso; si nos caemos, nos levantan rápidamente; si nos hacemos daño, nos atienden…  Cambiar este modelo es bastante complicado. Conozco personas que, siempre que los veo, en los primeros minutos de conversación me cuentan algo malo que les ha sucedido. Siempre. Por eso sería bueno romper ese modelo de relación con los demás y pensamiento. ¿Cómo? No es fácil. Aquí propongo algunas ideas.

He defendido siempre el diálogo interno como fuente de desarrollo personal. Por tanto habla con esos sentimientos. ¿Qué te produce la tristeza, la rabia o el miedo? Seguro que nada bueno. Analiza en silencio y en tu interior sus causas. Vete a su raíz y busca soluciones. Si llegas a la conclusión de que esos sentimientos no deberían estar en tu vida, trata de cambiarlos. No es fácil. Requiere mucha disciplina.

Tras identificar aquello que no te gusta, busca la manera de eliminarlo. ¿Cómo? Tratando de olvidar lo que te hace sentir mal. No es fácil dejar de pensar en algo sin más. Es casi una lucha interna. Imagina que hay algo o alguien que te tortura continuamente. ¿Cómo olvidarlo? Sustituyendo esos pensamientos «malos» por unos positivos. Busca algo agradable que hacer o simplemente distráete cuando vengan esos pensamientos. En alguna ocasión, ante un pensamiento negativo persistente recurro a una postura, porque me he entrenado para que cuando quiero olvidar algo, cuando quiero quitar algo de mi cabeza, pongo las manos o los dedos de determinada manera. Un mantra, una oración también nos puede servir.

Seguramente si. Si que somos negativos por naturaleza, pero no debemos quedarnos sin más esperando que termine esa negatividad, sino que hemos de luchar contra ella como si de un mal espíritu se tratara. Si queremos, podemos cambiar esos estados negativos. Tenemos potencial y capacidad para ello. Inténtalo. Como en la imagen que acompaña este texto, podemos decidir en qué paisaje nos instalamos. Eso sólo depende de nosotros.

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2 comentarios

  1. Ciertamente admiro a esa gente (que como as meigas habela haina, o dificil é encontraila 😉 ) que en lugar de con el ceño fruncido, va por la vida con una sonrisa de plenitud en su rostro y lo que mayor envidia despierta, es que ésta no es fingida porque a pesar de no ser perfecta, se sienten plenamente satisfechos con su vida

    • Algunos hay. Es cuestión de actitud y de entrenamiento. Yo lo intento. Especialmente porque ir con el ceño fruncido solo genera negatividad alrededor. Mientras que ir con una sonrisa 😀 genera positividad y alegría.

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