Cada día nos damos miles de instrucciones. Unas más explícitas y otras menos. Pero continuamente nos estamos dando señales para saber como actuar en cada momento. No se trata sólo de la sonrisa que eres capaz de poner cuando llegas al trabajo, sino la sonrisa que te pones a ti mismo, delante del espejo, cuando te levantas por la mañana… esa es la más importante de todas.
No puede ser tu estado algo que viene dado desde el exterior, sino que se trata de algo que trabajamos día tras día. Podemos decidir como queremos estar. Vendría a ser algo así como el estado del WhatsApp que nosotros podemos cambiar cuando lo deseemos. Nadie puede influir en ese estado, sino que el propietario de esa cuenta, que eres tu, decide lo que coloca en el mismo.
Quizá la vida nos da razones para no estar alegre o feliz. Sin embargo, nosotros hemos de buscar herramientas que nos permitan caminar hacia ese estado de bienestar. Con sus subidas y bajadas, con buenos y malos momentos, con dificultades y alegrías. Sin embargo, sobre todo, lo más importante son los mensajes que te das cada día. Esos son los que pueden hacer tu vida alegre o desdichada. No lo que le dices a los demás, sino lo que te dices a ti mismo.
¿Qué te dices? ¿Como dices que te sientes? ¿Cómo es tu lenguaje interior? Dependiendo de cómo sea, así será tu vida y tu forma de ser y actuar. Así te sentirás. Para llevar una vida alegre, debes darte un lenguaje y unos mensajes alegres cada día. Si, por el contrario, lo que te dices son cosas negativas: ¡que cansado estoy!, ¡mañana otra vez lunes!, ¡qué desastre!, ¡todo me sale mal!, etc, tu vida interior y exterior no podrá ser buena.
Cuida el lenguaje que practica. Con los demás y sobre todo contigo mismo. Es muy importante, más de lo que piensas… y ahora pregúntate: ¿Cómo dices que te sientes?
👍