Acabo de leer un artículo interesantísimo sobre las perlas. Estos artículos codiciados en joyería y, muy caros por cierto, no son otra cosa sino la reacción a elementos ajenos a los bivalvos. Es decir, cuando, por cualquier motivo, entra en una concha un agente extraño, invasor que puede causar una infección, el animal lo irá recubriendo con diversas capas de nácar, hasta que acaba formándose una perla. Por tanto la pregunta del título es pertinente ¿Que produces con aquellas cosas que te hacen daño? ¿De lo negativo eres capaz de sacar una perla o devuelves también una infección?
Al mal se le paga con mal. Eso suelen decir algunos: «si me la haces ma la pagas», «si me ofendes, ya te lo devolveré», «cobrarás con intereses…» y así, sucesivamente. Justamente, antes de ver el artículo de las perlas, veía un video en una red social de dos conductores enzarzados en la autopista. Uno de ellos, claramente impedía el adelantamiento de otro, por lo que le grabó en video y lo publicó para, de esta manera, denunciarle. Es lo frecuente en la sociedad: «ya me vengaré».
Sin embargo, deberíamos aprender de la naturaleza. Deberíamos aprender de los bivalvos. Ante un problema grave para ellos, son capaces de producir algo maravilloso: una perla. Es verdad que en la carretera cometemos muchos errores. Yo el primero. De joven recuerdo devolver insultos y agresividad al volante. Ahora, cuando cometo un error, aunque no sea consiente de ello y me toquen el claxon, simplemente les devuelvo un sonriente saludo o pido disculpas directamente. Ante lo cual la agresividad por parte de los ocupantes del otro vehículo cesa inmediatamente.
Producir enfado en lugar de perlas es, además, perjudicial para nuestra salud. Cuando estamos enfadados e irritados, nos sentimos peor, tristes, deprimidos, de mal humor… Por tanto, para nuestro bienestar, cuando recibamos algo negativo, por muy duro que sea, hagamos con ello una perla. Produce algo bueno de lo malo, tal como hacen las otras. Es verdad que no siempre es fácil, pero con un poco de práctica y algo de silencio podremos lograrlo. Simplemente guardando silencio ante cualquier agresión, ya es una perla preciosa porque, al menos, no estamos devolviendo la misma moneda.
Y tu, ¿que produces perlas o infecciones?