Llevamos unos días con bastante inestabilidad. Se han vivido varias situaciones de alerta para la población ante fuertes lluvias y vientos. Sin embargo, estas tormentas no son tan malas. Es más, hemos de saber sacar partido de esos momentos críticos en nuestra vida donde las cosas no va tan bien. Las tormentas no son tan malas y, en ocasiones, hasta necesarias.
La última de la situaciones de alerta que hemos vivido fue en relación con el viento. Vientos con velocidades importantes llevó a suspender la actividad lectiva por el riesgo que supone los desplazamientos en condiciones adversas. Al día siguiente, tras una noche de gran inestabilidad, el paisaje en algunos lugares era desolador. Ramas, hojas, papeles, inundaban las vías públicas mientras los operarios se afanaban en la limpieza. Viéndolos trabajar pensaba «Que necesaria son las tormentas».
Las tormentas son necesarias, especialmente en la naturaleza, porque hace desprenderse a los árboles de aquello que le sobra. Las hojas, las ramas secas, el gajo demasiado pesado, los frutos altos que nadie quiere, caen al suelo para volver a empezar un nuevo ciclo. De igual modo nuestras tormentas también son necesarias para desprendernos de aquello que no nos hace falta.
Es preciso, en ocasiones, pasar por un camino complicado, tortuoso para darnos cuenta que llevamos algo demasiado pesado. La naturaleza siempre sabia, nos lo dice. Cuando llevamos demasiada carga, cuando no podemos con los problemas, cuando vivimos situaciones complicadas, es necesario que la tormenta nos remueva los cimientos de nuestra vida para nos desprendamos de lo que no nos hace falta.
Quizá estemos cargando con demasiadas ramas secas o con hojas que no no sirven para nada, quizá estemos empeñados en una amistad que no es buena para nosotros, puede que hayamos elegido una opción inadecuada, puede que hayamos optado por un camino incorrecto y aparece la tempestad, la tormenta, para hacernos parar, refugiarnos, perder incluso elementos valiosos, para luego empezar de nuevo más ligeros, más felices, más positivos.