En cuanto la escuché, me pareció una frase poderosa, de las que deberíamos colgar en la puerta del armario para verla cada mañana. Sin embargo, caigo en la cuenta que para que el motor funcione hace falta combustible, algo de energía eléctrica, un sistema de inyección del combustible, de evacuación de los gases… con todo, un sistema alrededor que lo haga funcionar. Porque ¿qué pasa cuando el entorno del motor no funciona?

Me gusta creer en esa capacidad de cambio que tiene cada uno. Creo que es el mayor potencial que tenemos: nuestro motor, nosotros mismos. Pero si hay averías ¿cómo funcionamos? Por eso, la principal dificultad para superar y para superarnos cada día es nuestro entorno. Entonces ¿qué hacemos cuanto todo a nuestro alrededor está en nuestra contra? Es probable que, cuando el entorno no es bueno, lo mejor será hacer que el motor funcione en otro vehículo, con otro combustible. Seguramente será necesario cambiar para mejorar.

Los cambios empiezan cada día con una decisión firme para ir a por aquello que queremos. Si tienes un sueño o si la vida que llevas actualmente no te complace… Tú eres el motor de tu cambio. La única persona que puede hacer que las cosas cambien eres tú. Puedes pasarte la vida esperando a que pase ese momento que quieres o ponerte en marcha e ir a por ello. Debes ser el motor del cambio porque nadie, excepto tú pude hacer que los sueños lleguen que las cosas cambien.

Traza un plan, ponte unas fechas, establece una ruta hacia el lugar que quieres ir y ve a por ello. Nadie va a poner en mácha tu motor. Nadie te va a decir a donde tienes que ir, así que no hay otra alternativa, mantenerte lamentándote o ser el protagonista de tu vehículo, moviéndolo hacia donde quieras llegar

Nadie puede conducir por ti, nadie puede arrancar el motor por ti, así que ve a por ello. Los sueños están para vivirlos y no solo para soñarlos. ¿Sueñas con una vida mejor o estás satisfecho con tu existencia? Reflexiona y arranca tu motor hacia el lugar donde quieres ir… pero ya.