Estamos en un tiempo bastante especial del año. En un periodo corto de tiempo se sucederán fiestas y resacas, encuentros y desencuentros, loterías y salud, regalos deseados y otros no tanto. La Navidad no deja de ser un elemento de controversia; hay quienes la viven apasionadamente y otros que desean cerrar los ojos y aparecer en el 9 de enero. Por ello, tanto si te gusta la Navidad, como si no, te propongo una buena idea para que esta celebración te deje buenas sensaciones y ser Positivo.
El principal problema que le veo a la Navidad son las expectativas. ¿y qué tiene que ver esto con la Navidad? -se preguntarán- Pero creo que es la clave para que la Navidad no cause estragos. Es un problema de expectativas porque normalmente nos hacemos una idea de cómo será la Nochebuena, por ejemplo. Pensamos que se va a reunir toda la familia, cantaremos villancicos, todos vivirán una fiesta de paz y armonía que recordaremos siempre ¿seguro? No lo creo… porque ¿qué ocurre si tu hermano/a no quieren venir a tu estupenda cena de nochebuena? ¿qué pasa si tu cuñada, que nunca se ha llevado bien con tu madre, monta un lío porque no se come los langostinos con salsa rosa que ella ha preparado? ¿qué ocurre si el tío Julián se toma tres o cuatro güisquis de más y se cae redondo en la sala? Lo que que pasará es que todas las expectativas que te habías hecho de una cena idílica y especial se van al garete.
Avanzamos un poco más y llegamos a la fiesta de fin de año. Te imaginas una fiesta super ideal en un ambiente selecto con todo incluido. Te ves con tu elegante traje de noche o esmoquin en una fiesta en la que causas sensación. Pero que pasaría si al llegar a la fiesta resulta que es bastante cutre y no hay nada de selecto. Ni siquiera hay cotillón para todos y las uvas de la suerte no estaban incluidas. Además, la barra libre sólo incluye tres consumiciones. Seguramente, como habías pensado otra cosa, te hundes en la miseria porque aquello no era como esperabas. Y, finalmente, ¿qué sucede si Melchor o Baltasar se equivoca en tu talla? ¿Y si Gaspar en lugar de traerte la ropa de la marca que habías pedido, te trae otra cosa?
Por tanto y, eso no es nuevo, nos imaginamos cómo serán las cosas y nos creamos unas expectativas. Seguramente es un mecanismo que nace para tranquilizarnos, porque al imaginarnos situaciones se puede reducir la ansiedad, pero que en estos casos nos puede llevar a frustraciones. Podemos crearnos expectativas para tranquilizarnos. Es decir, debemos ser Positivos ante una situación desconocida; un examen, una entrevista de trabajo, podemos pensar como será y eso nos tranquiliza. Sin embargo, pensar en posibilidades cuando se trata de personas no es una buena opción, porque cada cual tiene su forma de ser y pensar, diferente a la nuestra que puede ser cambiante en cualquier momento, rompiendo con la imagen mental que nos habíamos hecho.
Así, la mejor opción es el «Carpe Diem». Disfruta del momento y no te hagas expectativas de nada, debemos ser Positivos, para ello:
- Ve a la cena de Nochebuena con la mejor predisposición y trata de disfrutarla. No esperes por los que no van a venir, ni te lamentes por los que no están. Disfruta de los que tienes alrededor.
- En fin de año, celébralo, con uvas o sin ellas, con traje o en pantalón corto. Lo importante eres tu y no aquello con lo que te arreglas. El traje no sirve de nada sin una buena percha.
- Con los regalos sé agradecido. Piensa que los pajes de los Reyes Magos, aunque sea durante unos minutos, tuvieron que pensar en ti y en un regalo que te agrade. Lo bueno sería, por tanto agradecer ese detalle.
No es necesario hacer lo mejor ni esperar lo mejor para que las fiestas sean inolvidables. Lo importante eres tu. ¡Y LO SABES! Por tanto busca, también durante esos días un tiempo de crecer, ser Positivo en lo personal en buscar la felicidad y no en acumular cosas que, como los regalos de los niños dan la felicidad durante unos instantes, pero no es la dicha duradera.