¿Es bueno contar tu intimidad en las redes sociales?

Dejé abiertos varios temas en post anteriores. Uno de ellos era el de la intimidad en las redes sociales, una cuestión muy controvertida. Por un lado se nos anima a no publicar nada íntimo en esos medios; sin embargo, basta con mirar cualquier red social para comprobar que algunas personas revelan datos de su intimidad personal.
El primer interrogante surge ante la recomendación de no publicar aspectos personales en los medios sociales. Si, desde muchos ámbitos se nos pide que no lo hagamos ¿por qué son precisamente este tipo de publicaciones las que más abundan?

Lo primero que hay que considerar es que la esencia de las redes sociales, que es precisamente, contar cuestiones personales en el mundo digital. Se trata de un gran patio de vecinos en el que hablamos, compartimos, charlamos… El origen de las redes se basa precisamente en la necesidad de contar y establecer relaciones entre iguales que pueden ser personas conocidas o no. El problema viene con la pérdida de intimidad ya que todo o casi todo lo que está en la red es público o puede serlo. Por tanto, perdemos la intimidad. ¿Entonces si perdemos la intimidad por qué publicar algo íntimo?

La respuesta es sencilla y la denominaría «la espiral del like» que consiste en buscar el mayor número de «me gusta» o de amigos-seguidores en nuestro perfil.  Así, cuando una publicación de una fotografía o un artículo apenas tiene respuesta entre nuestros amigos y una publicación sobre nuestra intimidad sí que tiene repercusión; entonces nos introducimos en una espiral de likes, buscando tener la mayor repercusión posible publicando cosas íntimas.

Esta situación se aprecia especialmente entre los más jóvenes. Ellos llegan a las redes sociales sin ninguna formación específica; por tanto, surge la pregunta: ¿para que este perfil social? Seguramente la respuesta será conseguir amigos-seguidores y likes (popularidad). A partir de ahí se empieza una carrera por mostrar lo que sea con tal de conseguir ese objetivo. Así, no es extraño que niños y niñas desde los doce años publiquen fotos mostrando más piel de la cuenta.
Aunque el tema es amplio, voy concluyendo. Siempre soy positivo y busco el lado bueno de las cosas, pero en este caso creo que no es conveniente publicar fotos ni detalles de nuestra intimidad en los medios sociales ¿por qué?

1. Porque todo es público, ¿te has tomado el tiempo para leer las condiciones de privacidad de la red social en la que publicas? Seguramente no. Y mejor no lo hagas, porque entonces cerrarías tu perfil.

2. Pero si tengo pocos amigos y puse mi privacidad para que sólo ellos lo vean. Tremendo error. Prueba a buscar tu perfil o cualquier otro, a través de un navegador, sin entrar dentro de la red social. Es probable que te sorprendas de lo que se puede ver sin ser amigo o seguidor de…

3. Las redes funcionan como redes, lógicamente. Esto significa que yo puedo ver imágenes o publicaciones que no son de «mis amigos» directos, sino de un amigo de un amigo,basta con que se etiquete o mencione a una persona que yo conozco, para que aparezca en mi red: «mira la foto en la que aparece…» así, habrá quien pueda ver cosas mías, porque me etiquetan o mencionan, sin que yo lo autorice.

4. Publicar cuestiones íntimas pueden volverse con mi contra. Es decir, imagina que publicas la fiesta en la que tanto te divertiste, imagina que publicas fotos personales de tu relación con alguien. Es posible que a la hora de encontrar trabajo, emprender un proyecto, esa información pueda volverse en contra.

5. Puede crear dependencia, ya que algunos entendidos hablan de cierto síndrome en relación con el uso en estos medios. Los españoles, hoy en día realizamos una media de 200 consultas al móvil al día ¿es normal? Seguramente no. l ir a la playa podemos dejarnos en casa el protector o la toalla, pero el móvil no.

Podría seguir enumerando y explicando más motivos como por ejemplo, cierta hipocresía en nuestras publicaciones en la que fingimos para mostrar nuestra mejor cara o la posibilidad de desarrollar la envidia al ver que a otros todo le sonríe y a mí no, etc. Así, por tanto, la recomendación sería publicar en estos medios lo que es público. Es decir, voy a un concierto, estoy en un acto cultural, una fiesta pública, fui a la playa o al monte y me apetece contarlo, pues adelante. No es conveniente todo lo contrario; es decir, contar lo que ocurre dentro de tu casa, con tus amigos, lo estrictamente personal.

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