Más tecnología, menos intimidad y menos relaciones personales

En este titular se resume lo que ocurre en nuestra sociedad de hoy; especialmente, entre los más jóvenes. Algunos informes están revelando algo de lo que la mayoría somos conscientes: cada día pasamos más tiempo con nuestros dispositivos electrónicos, cada vez revelamos más nuestra intimidad en las redes sociales y finalmente que, en lugar de incrementarse la actividad social y las relaciones con ls TIS, sucede lo contrario: disminuyen.img_0996
No se trata de emitir juicios de valor sobre si está bien o mal, sobre si los jóvenes de hoy son tal o cual cosa; aunque soy consciente que la información recientemente publicada en esos estudios, será utilizada para desacreditar a ese sector de la población, es conviene recordar, en el caso de no ser un millenial, que a nosotros también nos criticaban por la música que escuchábamos, por nuestras salidas y fiestas… así que no cometamos el mismo error.

Sobre la intimidad en las redes sociales publicaré algo específico porque creo que es un tema importante a desarrollar en una sola entrada. Especialmente, por analizar los motivos que llevan a los más jóvenes a contarlo todo públicamente.

De los informes y estudios recientemente publicados, lo que más me llama la atención es el decaimiento en las relaciones personales a lo que se añade la dificultad para encontrar pareja. Desde hace años se venía diciendo que estamos mejor conectados, pero peor comunicados, entonces ¿Debemos por tanto demonizar la tecnología o prohibirla?

Siempre he abogado por la positividad y por proponer más que por prohibir. En el caso de los dispositivos móviles creo que se necesita educación y reflexión sobre la cuestión; tanto en casa, como en el resto de actividades habituales como el colegio, ocio, etc. Es notoria la dificultad de educar a un niño o niña para que use convenientemente el dispositivo electrónico cuando, por ejemplo, sus padres o familiares están continuamente conectados a la televisión. Es complicado proponer un límite a los móviles cuando desde que entró el teléfono en casa ha sido capaz de interrumpir cualquier acontecimiento; desde una reunión, comida, intimidad… porque si suena el teléfono hay que contestar.

La mejor opción para usar conveniente los dispositivos, tanto si estamos enganchados como si no, se pueden resumir en unas pocas ideas. Pueden, si quieren, corregir o añadir alguna más:

  1. Las comidas y momentos comunes en casa deberían ser espacios libres de tecnología. No cabe que suene el teléfono, ni que llegue un mensaje, ni que esté la televisión conectada. Hay que buscar momentos de reunión familiar sin wifi.
  2. Limita el uso del móvil o desconéctalo. Personalmente al llegar a casa dejo el teléfono junto con las llaves y la cartera en un lugar. Allí queda y con alguna frecuencia lo consulto, pero no lo tengo permanente encima atendiéndolo cada vez que recibe una notificación… ¡ya las leeré! En la hora de la siesta o al dormir: apagado o en modo avión.
  3. Realiza otras actividades sin los dispositivos: deporte, paseo, lectura, ver una película, escribir, dibujar, alguna chapuza en casa… hay cientos de actividades que puedes realizar y que deberías efectuarla sin el móvil.
  4. Si percibes que estás enganchado (muchos hablan del síndrome de uso compulsivo del móvil) empieza por ponerte horarios para su uso, que puedes ir espaciando hasta sentirte mejor. Pero, sin duda, esta ha de ser una decisión personal, que como en cualquier otra adición, debe ser una decisión personal la que nos lleve a cambiarla. No va a funcionar lo que los demás nos digan, ni dar sermones o broncas, aunque sí debe servir para estar alerta de cómo nos perciben, cuando alguien nos dice que estamos muy enganchados.

Como no me gusta hacer post muy largos, dejo abiertos dos temas: la intimidad en

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