Segmentar las metas

He estado leyendo y reflexionando a cerca de las metas que nos hacemos. Normalmente en determinados periodos del año nos proponemos: hacer deporte, adelgazar, leer, estudiar, escribir. Sin embargo, creo que puede ser muy interesante segmentar, dividir las metas en pequeñas porciones.imageProbablemente uno de los motivos por los que fracasamos en nuestros grandes propósitos es porque nos cansamos, parece que nunca va a llegar, que el esfuerzo no está valiendo la pena o no vemos resultados inmediatos. Dividir la meta en pequeños sectores nos permitirá alcanzar los objetivos; entre otras cosas, porque los objetivos cortos son fácilmente medibles y comprobables. Además, nos permiten revisar con facilidad si lo hemos conseguido en ese día y momento concreto y no al final de todo el proceso.

Pongamos por ejemplo que queremos perder peso o, al menos no subir de una determinada talla (algo muy frecuente y recurrente entre nosotros) En este caso, lo que solemos hacer es pensar de aquí a un mes quiero peder (x) kilos y automáticamente hoy, que empiezo con mi propuesta, hago «mi dieta» y puede que mañana, pero al cabo del tiempo, ya me la salto porque «un día es un día» y al otro se me olvida… Y así sucesivamente hasta que dejamos ese propósito, afirmando que nunca lo conseguiremos, no tenemos fuerza de voluntad, etc.

Lo ideal en este caso es ir segmentando la meta de perder peso. Se trataría, por tanto, de preguntarse cada día, ¿Qué voy a hacer hoy para lograr ese objetivo? No se trata de pensar en lo que haré mañana o dentro de una semana, sino hoy, ahora, en la próxima comida. Al final de este pequeño sector se nos permite comprobar si lo hemos conseguido y felicitarnos por ello.

Lo mismo puede ocurrir con el deporte, con una actividad que deseamos aprender ¿qué voy a hacer hoy para lograrlo? Esa es la poderosa y gran pregunta. No pensemos en lo que haremos dentro de una semana o dentro de un mes, sino hoy, ahora. Seguramente, antes de darnos cuenta habremos logrado nuestros objetivos. Pongámonos metas, pero con un itinerario concreto, día a día, hagamos nuestra ruta, nuestro camino y, por supuesto disfrutemos de él.

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