Frecuentemente oímos hablar de conocimientos, de evaluaciones, de notas, suspensos… Sin embargo el mundo interior está completamente descuidado.
El sistema educativo, al menos en España, perpara máquinas. Es decir, personas capaces de memorizar durante un rato (más o menos hasta que llegue el examen) algunos conceptos. En función de ese resultado somos capaces de catalogar a una persona como inteligente, le cuesta (para no decir es un burro/a), es un desastre, inquieto, maleducado… y tantas otras lindezas. Sin embargo, del mundo interior nadie se ocupa ¿alguien le pregunta a los estudiantes cómo están? ¿Alguien se preocupa de sus problemas, de su vida, de su interioridad?
Lo curioso es que «se supone» que el sistema educativo perpara a personas para insertarse en la sociedad y, más curioso es que, cada día se percibe un abismo mayor entre lo que se explica en el aula y lo que sucede fuera de los centros.
Un ejemplo sencillo son las nuevas tecnologías. En la mayoría de los colegios está súper más que hiper prohibido el uso de los móviles, sin embargo los jóvenes pasan largos periodos de tiempo con sus dispositivos. ¿En lugar de prohibir no habría que integrarlos en el aula?
Otro aspecto importante es el mundo interior… hay asignaturas hiper importantes (no digo que no lo sean) y tienen gran carga horaria, pero para qué sirve saber escribir correctamente, hacer cálculos complicadísimos, hablar ocho idiomas, si luego no sabemos gestionar nuestros sentimientos, la autoestima está por los suelos y no sabemos relacionarnos con los demás.
Por desgracia, sabemos que uno de los medicamentos que más se venden en nuestras farmacias son los relacionados con problemas psicológicos, porque muchas personas llegan a la edad madura y no son capaces de relacionarse consigo mismo ni con los demás.
Así, por tanto, me da la impresión que habría que ir profundizando más en una verdadera educación integral, dejando de crear autómatas capaces de hacer tareas mentales complejas pero sabiendo ser un poco más felices, haciendo que la principal asignatura sea «El desconocido mundo del yo»