San Valentín ¿comercial o pasional?

Siempre himgrese pensado que «los días de…» tienen una doble lectura. Para algunos supone simplemente un día comercial más en el que estamos obligados a regalar para cumplir con lo establecido, mientras que para otros sirve para recordarnos o celebrar algo. No cabe ninguna duda que los extremos siempre son malos. Atrincherarse en cualquier postura, sin tener la capacidad de cambiar impide que avancemos y crezcamos. Por eso, hemos de quedarnos con lo bueno que nos puede aportar la celebración. Lo primero que hemos de considerar es que no es absolutamente necesario regalar algo por san Valentín. La historia del santo nos habla simplemente de amor. Se trata de un obispo que en tiempo de guerras y luchas del imperio romano casaba en secreto a los soldados porque las autoridades no permitían los matrimonios ya que los casados no querían ir a la guerra. Por ese motivo Valentín fue encarcelado y allí se enamoró de la hija del carcelero a la que escribió numerosas cartas de amor. La historia del santo no nos habla de regalos, ni de flores, ni de cenas románticas, sino de amor. Entonces ¿por qué no recordar una historia tan bonita? ¿por qué no exaltar el amor en ese día? ¿con un regalo? bueno eso queda a la elección de cada cual, pero no es necesario. Si hay algo, como dice la canción, que no se puede comprar, es el amor. Podremos celebrarlo, vivirlo intensamente, pero comprar con un regalo, parece bastante difícil.

No obstante, en este mundo lo hemos comercializado todo y algunos aprovechan cualquier celebración para tratar de sacar algún rendimiento y, san Valentín, no iba a ser menos. Me parece muy bonito que seamos capaces de celebrar el amor, aunque algunos crean que se desvalorice al convertirlo en algo comercial. Sin embargo, como siempre, me quedo con lo positivo que nos pueda ofrecer cada celebración. Es probable que, si no fuera por el interés comercial, no recordaríamos con tanto énfasis ese día. Celebremos el amor, celebremos san Valentín, con o sin regalo, pero sobre todo celebremos el amor… ese motor que mueve el mundo y que es maravilloso.

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