¿Es posible que las personas cambien?

imageLa respuesta es sí. Porque estamos en continuo cambio. No sólo es posible, sino lo más probable que las personas cambien con el tiempo. Otra cosa bien distinta es pretender que otros se adapten a nuestras expectativas. A veces, erróneamente, alguien nos puede prometer cambiar para agradarnos o queremos cambiar a alguien para que sea como nosotros queremos. ¡Tremenda equivocación!  El cambio, si es que se da en la persona, compete únicamente al interesado. Es en singular. Por tanto sí que es posible el cambio profundo, radical, opuesto, definitivo… pero siempre desde el convencimiento individual, casi nunca se produce un cambio duradero bajo la influencia de otros. 

Un ejemplo claro lo tenemos en la pérdida de de peso, por ejemplo. Algunas personas deciden realizar una dieta desde el intento de agradar a los demás. Cuando los conseguimos, causa una sensación al principio en forma de elogio, pero cuando los piropos terminan, volverán a aparecer los kilos de más, porque no hay en nuestra actitud una raíz profunda de cambio. Sucede lo mismo con cambiar cualquier otra actitud, con el deporte, o con cualquier actividad diaria. Practico deporte a diario, pero no lo hago para que nadie me felicite, ni por estar guapo, ni por adelgazar. Lo hago desde mi convencimiento  perosnal, porque disfruto de los beneficios que me aporta el ejercicio, el bienestar y felicidad que me aportan, porque disfruto del deporte y en sí mismo.

Hay una frase que me ha marcado y que escuche en una formación hace varios años: «no soy… Voy siendo»  ¿Es posible que las personas cambien? Indudablemente: vamos siendo. Nos adaptamos. Nadie duda hoy de la plasticidad neuronal y de la capacidad de adaptación al cambio que tiene el ser humano. Pero no cambiamos al casarnos, cuando tenemos un hijo, cuando… algunos esperan que nuestras parejas ”dejen de…» cuando… Luego, pasa el tiempo, y comprobamos que no se producen esas modificaciones, decepcionándonos, porque el cambio es una decisión de uno y no por influencia de los demáspor muy cercano o por mucho que los queramos.

Anuncio publicitario