Ser prácticos 

decidio jesus marreroCada día me convenzo más que en esta sociedad hace falta gente práctica. Personas que no deambulen entre un mar de dudas, sino con las ideas claras de lo que quieren. Considero que un buen líder ha de ser una persona pragmática, directa y dispuesto a luchar por ejecutar su proyecto.  Sin embargo, en algunas ocasiones nos perdemos entre los pros y los contras, dándole vueltas y más vueltas a una decisión, en pensar en el «qué dirán», en los miedos y en las ambigüedades, haciéndonos personas más inseguras, temerosas y poco funcionales. 

Una persona práctica es decidida:

Porque tiene claridad de ideas para ver cuál es su meta. Sabe los caminos que tiene que tomar para llegar a ese lugar y, aunque no siempre las cosas saldrán bien, es capaz de reponerse a las adversidades y seguir el camino para llegar a lograr su objetivo

Una persona práctica asume los riesgos:

No se trata de ser alocados, sino de seguir adelante pese a los riesgos. Cualquier actividad que realizamos en la vida tiene riesgos. Desde cambiar de trabajo, hasta cruzar la calle. Lo importante no es desafiar el riesgo que supone el cambio, sino que a pesar de tener miedo y conocer que algo puede fallar, podemos seguir adelante y no paralizarnos por la posibilidad de que algo no funcione.

La persona práctica no vive de elogios ni críticas:

No espera la aprobación o desaprobación de otros para llevar adelante los proyectos. No es necesario, ni tampoco bueno, hacer cosas por una recompensa o dejarlas de hacer por una crítica. La persona práctica desarrolla sus habilidades porque cree y ama lo que hace.

La persona práctica es coherente:

Por ello la ambieguedad no tiene cabida entre sus planes. No hay nada peor que alguien que no es capaz ce mantener sus ideas y que varía su opinión en función del lugar donde se encuentre. La persona práctica es consecuente con sus ideales y coherente en su vida.

Con todo, necesitamos más gente pragmática, sin tanta demagogia, que den seguridad y confianza a las personas con las que se rodea y que sean eficaces en lo que hacen. No se trata de ser «los mejores», sino de evitar perdernos en marañas de pensamientos, caminos, ideas, haciendo que las metas se alejen cada vez más. Hace falta gente práctica que visibilice un objetivo, trace un plan y vaya a por ello

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