Muchas veces escuchamos decir: ¡Que tengas suerte!, ¡Mucha suerte en … ! Pero lo que está claro es que la suerte es aleatoria. Es como una ruleta rusa. Puede ser o no ser. Puedes tener suerte o no. Es una moneda lanzada al aire, puede salir o no salir. Sin embargo, el éxito está reservado a aquellas personas que luchan para lograr sus objetivos, para quienes se han preparado concienzudamente y desean conseguir algo. Por eso, desde hace algún tiempo, he sustituido la palabra suerte, por éxito a la hora de dar buenos deseos a los demás. Así, no deseo que aquello que se proponen pueda salir o no, sino que sea la respuesta a su esfuerzo.
El éxito no es aleatorio. El éxito necesita de sacrificio. Un sacrificio que hoy en día no está muy de moda, por eso oímos tanto hablar de suerte. ¡Hoy no tuvimos suerte! afirma el deportista. Seguramente porque esperaban un milagro, porque no habían preparado suficientemente el encuentro. La suerte es la lotería, puede tocar o, más bien, puede no tocar. Muy pocas personas que han tenido éxito en la vida hablan únicamente de suerte. Hablan de esfuerzo, de lucha, de trabajo, dedicación. La suerte es que pueda tocarte un premio de manera aleatoria en juego de azar, pero la vida no puede ser suerte. Nuestros proyectos no pueden, ni deben únicamente depender de una moneda al aire o de una lotería. Todo aquello que queremos conseguir debe ser fruto de mucha dedicación. Sin embargo, hoy, debido a los medios de comunicación, nos hacen creer que hay éxito en aquellas personas que un día salen en las portadas de las revistas o en los programas televisivos. No nos transmiten que el deportista famoso ha dedicado mucho sacrificio y trabajo para llegar a ser conocido. Los que salen en programas basura, son producto de la suerte, son como la espuma, algún día desaparecerán.
No tentemos la suerte, busquemos el éxito, dedicando tiempo y esfuerzo a aquello que queremos desarrollar. Si tienes un proyecto, ve a por ello: Lucha, trabaja, busca, vive día y noche para ello. No te quedes esperando a que te toque la lotería, porque puede ser o no ser…