Hace unos días nos visitó una persona jubilada en el centro de trabajo. Todos los compañeros coincidían en señalar que, gracias a la jubilación, se la ve más joven, más guapa, más feliz. Sin la intención de molestar ni juzgar a nadie… ¿entonces toda la vida laboral es un sufrimiento?, ¿entonces todo el tiempo de trabajo es una amargura que únicamente se elimina cuando nos jubilamos? ¡¡Pues vaya panorama!!
Creo que este es un concepto equivocadísimo de nuestra vida. Como alguien ya ha dicho, parecemos “aborregados” que nos pasamos la semana esperando que llegue el viernes, los meses deseando que lleguen las vacaciones y los años deseando la jubilación. ¡Tremendo error!
Precisamente al llegar nuestra jubilación, porque nuestro cuerpo ya tiene unos pocos años de uso, es un periodo en el que empieza a resentirse y aparecen las enfermedades. Pregunten a las personas mayores y comprobarán que es muy raro que no tengan que acudir al médico, al menos, una vez al mes. Precisamente, cuando somos mayores nuestras fuerzas se agotan. No por eso tenemos que dejar de hacer cosas, pero es muy probable que no tengamos tanta vitalidad como ahora. Por si fuera poco suelen aparece algunas depresiones, porque la jubilación, para algunos es entendida como un indicio de que no somos útiles a la sociedad .
No es que esté mal envejecer y jubilarse, sino que no debe ser necesariamente, una etapa especialmente mejor que la anterior.
Estoy convencido que el mejor momento el presente. El Ahora, el NOW. No hay más. Es terrible pasarnos la vida esperando algo mejor sin disfrutar de cada maravilloso instante. Por eso disfrutemos y amemos nuestro trabajo, vivimos con intensidad nuestro día a día, porque lo que ocurrirá mañana nadie lo sabe… No vamos a estar mejor en vacaciones, ni el fin de semana, ni cuando nos jubilemos. Nuestro mejor momento es AHORA, AHORA y AHORA. Descubrir esto, es una clave importante para nuestra felicidad.