Es cada vez más frecuente que descuidemos nuestro aspecto durante el fin de semana. Como no hay nada importante que hacer, pasamos esos días en chandal, pijama, sin afeitar… en general bastante descuidados, cosa que parece algo contraproducente si lo analizamos seriamente, ya que se trata de días que pasamos frecuentemente con nuestros seres queridos, luego ¿ellos no necesitan vernos adecuadamente vestidos y acicalados o sólo una máscara para los días laborales?

Por un lado encontramos que los días de ocio generalmente son aquellos en los que nos gusta estar cómodos, sin dedicar tiempo a arreglarnos. Sin embargo, por otro, nuestra familia también precisa que estemos bien arreglados para ellos, como parte importante de nuestra vida, durante los días que compartimos juntos.

Otra clave que me parece importante es la autoestima. El arreglarse durante el fin de semana, significa que nos valoramos, que nos queremos. Tenemos más tiempo de ocio disponible, luego, sería bueno dedicar tiempo a nosotros mismos, a mimarnos y cuidarnos, como algo preciado y que valoramos. No se trata de obsesionarse con el aspecto físico, ni maquillarse antes del desayuno, más bien lo ideal sería cuidarnos un poco, querernos y querer a aquellos a los que nos rodean, que también merecen vernos con buen aspecto en ese tiempo que compartimos. Lo contrario, el descuidarse, puede suponer no valorarse ni quererse, lo cual no es bueno para nosotros, ni para los que nos rodean.

Así pues, dediquemos tiempo del fin de semana a presentar nuestras mejores galas a nosotros mismos y a nuestra familia, que también se lo merecen ;-))