Este año quiero escribir una carta a los reyes al revés. No se trata de empezar por la despedida y terminar por el saludo. No. La intención es cambiarle el sentido. Es decir, habitualmente, en las cartas de Reyes, lo que suelemos hacer es, tras un saludo más o menos formal, una lista de deseos o cosas que me gustaría tener. Con la Carta al revés contaré todo lo que tengo y no lo que necesito. Así que, manos a la obra:
Queridos Reyes Magos de Oriente, este año me he portado un poquito bien y poquito mal. Pero me propongo, no hacer una lista de cosas que me gustaría recibir, sino dar gracias por cosas que tengo.
Por eso les doy gracias por la familia, porque en ella me siento acogido, querido, amado. Es un lugar maravilloso de convivencia, cariño, respeto, amor, donde pasamos buenos y malos momentos, que compartimos, con el apoyo mutuo.
Gracias por todo lo que tengo, especialmente los bienes materiales que me permiten desarrollar una vida cómoda. Reconozco que tengo más de lo que necesito. Desde el ordenador con el que escribo y todo lo que poseemos en casa que nos permite llevar una vida mejor que las que tienen muchas personas en el planeta.
Gracias por la vida. Por esta vida, por este preciso instante en el que escribo, víspera de reyes. Por no poder dormir desde hoy, debido a la ilusión que no he perdido por la llegada de ustedes. Gracias por mis padres quienes seguramente me inculcaron esta alegría. Especialmente por mi madre a quien despedimos hace poquito y que se desvivía porque el día 6 de enero fuera uno de los mejores día del año. Por el chocolate con churros temprano, el orden y la ceremonia en abrir los paquetes (que yo conservo en casa), por la campana que sonaba temprano, por la paella correspondiente de ese día y tantos maravillosos recuerdos e ilusiones, que insisto, no he perdido.
Gracias por lo que soy, por la fe y la esperanza, por el camino que se ha ido abriendo en mi vida del que me siento orgulloso y feliz. Por los compañeros de viaje con los que he compartido algún trayecto de este camino, para los que les pido mil bendiciones, por haberse cruzado en algún momento en mi vida o estar presente ahora mismo en ella.
Gracias queridos Reyes Magos por la ilusión y la alegría de cada año. Gracias
la verdad es que me he parado a leerlo como unas tres veces y me sigue encantando la idea de dar gracias por lo que tenemos y no pedir lo que en verdad no hace falta. Es triste pensar que mientras unos piden objetos materiales que no benefician a nadie, miles de personas daría lo que fuera por tener un plato de comida al día o un trabajo para sus familias… Muy buen texto!
Muchísimas gracias.