La fuerza te hace débil

fuerza debilParece una contradicción, pero no lo es. Lo cierto es que me pareció leer esta frase en los mensajes anónimos de la autopista del norte, pero lo que en realidad decía es “La pereza te hace débil”. No obstante, esta afirmación, “La fuerza te hace débil”, me dejó pensando porque me parece una frase muy potente. En teoría la fuerza debe hacernos más fuertes. Es decir, una persona más corpulenta, más “fuerte”, puede más que una débil. En un grupo, en una relación quien demuestra más fuerza, suele situarse por encima el más endeble.

Estoy convencido que las fuerza nos debilita. Porque ¿Quién gana una batalla el que grita más fuerte?, ¿quién gana una pelea el que pegó más?, ¿El prepotente y sabiondo es el que tiene la razón? Cualquier intento de convencer a través de la fuerza, tanto física como verbal, no es el ganador. Cualquier imposición desde un grupo de poder genera rechazo, cualquier opresión es injusta, cualquier esclavitud es lamentable.

De este modo, la fuerza nos hace débil, porque las batallas se ganan con la razón, con la comprensión y no mediante la obligación. No es un sistema de aprendizaje la repetición sin sentido, no es un argumento válido “la letra con sangre entra”. La fuerza hace débil a quien trata de imponer sus criterios sin razonar, sin contrastar, venciendo sin convencer. La fuerza hace débil al machista violento, al que golpea cuando no tiene otro argumento, a quien alza la voz sobre los demás. Quien esgrime la teoría de la fuerza, seguramente creerá que ha convencido, sin embargo, lo que realmente ocurre, es que es que los débiles han callado ante la ignorancia del fuerte. La fuerza te hace débil. No es válido hoy el argumento de la fuerza.

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