Esta es una frase que decía mi tío y que conozco por mi madre. En alguna ocasión, cuando tenía que hablar con alguien de un asunto importante, me repetía la frase que me resulta graciosa: “Mas vale un rato descolorío que toda la vida colorado” y me animaba a que, con respeto y educación, dijera lo que tenía que decir. El dicho me viene a la cabeza porque me entero que alguien por ahí “esta medio molesto porque piensa que yo no quiero…” Una barbaridad. Con lo fácil que es preguntar.
Sufrimos más por las cosas que no suceden que por las que pasan realmente. Nuestra imaginación suele jugarnos malas pasadas y pensar, imaginar cosas que no son ciertas. Así, cuando creemos que alguien no nos habla o que ya no es igual que antes, empezamos a suponer cosas en lugar de preguntar directamente a la persona afectada.
No cabe ninguna duda que las relaciones personales son complicadas, pero se ven agravadas por este tipo de situaciones. Solemos suponer, pensar, creer, imaginar en lugar de preguntar directamente. Me preocupa enormemente que exista alguna persona que esté pasándolo mal o sufriendo por algo que cree que yo pienso. ¿No es más fácil preguntar? ¿Por qué suponemos cosas? Son actitudes que pueden resultar enfermizas, suponiendo todo, imaginando cosas, podemos terminar viviendo en un mundo totalmente alejado a la realidad y.
Por eso me reafirmo en ese dicho maravilloso de mi tío “Mas vale un rato descolorío que toda la vida colorado”, porque entre otras cosas, nos hará un poquito más felices al salir de dudas y ser capaces de comprender lo que realmente ocurre en lugar de imaginar cosas que no suelen ser ciertas.