Hay ciertos gestos, expresiones, miradas de las personas que no necesitan traducción, se entienden en cualquier lengua y en cualquier país. La sonrisa es una señal que reconocemos en cualquier idioma. En estos días he visto sonreír a muchas personas de diferentes países y todos se entienden por igual.
La sonrisa, tiene en sí misma una serie de características que no sólo es capaz de comprender cualquier ser humano, sino que, además, cuando sale del corazón, irradia una energía capaz de provocar ese mismo efecto en otras personas.
La sonrisa verdadera, por cierto, no es la que ponen en su rostro los políticos para una fotografía, tampoco la del vendedor que quiere propiciar una compra o negocio interesado, ni mucho menos de quién finge para tratar de agradar o destacar con un estruendoso sonido.
La sonrisa sincera sale del alma, no se puede fingir, la auténtica alegría no se puede comprar o instalar en nuestro rostro, porque así lo hemos decidido. La sonrisa de verdad sale del corazón. Ahora, la pregunta es obvia ¿dónde la podemos ver? ¿Cómo aprenderla?
La respuesta es muy sencilla: fíjate en los niños. Ahí la puedes ver. ¿Cómo aprenderla? Muy fácil, sonríe a u niño. El te dará la respuesta.
Me ha encantado esta entrada, sin duda debemos reinos más, muchísimo más:)
¡Espero poder leerte durante mucho tiempo!
Yo también escribo sobre temas como psicología, inteligencia emocional, y felicidad.
Si te animas te paso esta entrada que creo te puede gustar:)
http://onlysimplifies.wordpress.com/2014/08/20/5-consejos-para-ser-mas-feliz/
Gracias. También he leído algunas tuyas y son geniales. Así que nos leeremos ;-)))