Hace tiempo leí en un blog una reflexión de una enfermera que cuidaba enfermos terminales. En esa propuesta recogía las cinco cosas de las que más se lamentaban las personas en su lecho de muerte. Una de ellas es esa:  Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.

La autora explicaba que ese fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, comprueban que hay sueños no se han cumplido. Les embarga la tristeza de no cumplir ni la mitad de sus sueños y temían que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho, o que no hicieron.

Sabiendo esto, la pregunta es evidente: ¿Qué te impide realizar tu sueño? ¿Qué te impide ser fiel a ti mismo? No obstante, sobre los sueños y deseos habría que matizar algunas cosas. Es importante tener sueños, metas y deseos por cumplir. De algún modo, esto da sentido a nuestras vidas, pero estos deben ser realizables. Deben depender de mi. Por ejemplo, si durante toda la vida, sueño con sacarme la lotería pueden ocurrir dos cosas: una que no lo logre nunca y por eso me sentiré desdichado; y dos que me arruine gastando todo mi dinero en juegos de azar. Por eso nuestros sueños deben ser realizables y que dependan de cada cual. Si se tiene el sueño de viajar a algún lugar, de visitar algún sitio, algún proyecto realizable, sí que es muy bueno ponerse a ello, ahorrando, marcándose un plan para conseguir ese objetivo. Existen empresas especializadas en cumplir tus sueños. Por tanto, no hay excusa para no realizarlo.

Pero cuidado ¿y después qué? Es probable que después de cumplir un sueño muy deseado, nuestra vida pierda sentido. Por eso sería bueno tener algún ideal espiritual que pueda llenar nuestra vida completamente de sentido o tener una lista de deseos por cumplir.

Quedan varias cuestiones por responder ¿Vale conformarse con lo que se tiene? y la segunda parte de la idea inicial. “ Me hubiera gustado ser fiel a mi”. Pero lo dejamos para otras entradas porque no me gusta extenderme demasiado.