Me gustó «Yo fui a EGB»

20140328-142318.jpg

Yo fui a EGB es un libro que me daba miedo. Evidentemente, yo fui a EGB, pero cuando veo ese tipo de títulos me da pánico leerlos. Porque suele ocurrir que se trate de textos  nostálgicos en los que ponen de releve que ya no hay juegos como los de antes, que si ahora todo son máquinas y móviles, que nuestra infancia fue la mejor, que si ya no existe la comunicación y todo tipo de argumentos que no sirven para nada. Vivimos en una época determinada y eso no significa que lo anterior fuera mejor. Seguramente, nuestros padres opinarían que perdíamos mucho el tiempo jugando en lugar de trabajar. Y nuestros hijos le dirán a los suyos que… (cualquiera sabe)

El libro únicamente hace un repaso relativamente imparcial a muchísimos juegos, golosinas, la forma de ver televisión (con apenas dos canales) los vídeos y un sinfín de detalles que resulta gracioso recordar. No es un libro nostálgico, sino que hace brotar la sonrisa cuando recuerdas algún juguete que tuvimos o alguna golosina que tomábamos hace años y ahora no existe, como los chicles “bang bang”. ¡Me había olvidado de ellos, con lo ricos que eran! 
Sorprende, tal como narra el texto, la universalidad de las modas de entonces, donde coincidimos en muchas cosas, aunque mediaran kilómetros de distancia. Recomendable para un buen ratito de lectura simpática. 

20140328-142344.jpg

Anuncio publicitario